El primer ministro de Italia, Mario Monti, dijo que su Gobierno "obrará con firmeza y determinación contra todo tipo de actos criminales" al referirse al atentado perpetrado este sábado en un instituto femenino de Brindisi.
El atentado causó la muerte de Melissa Bassi, de 16 años, y otras siete mujeres resultaron heridas.
Monti, que se encuentra en Camp David (E.U.) para asistir a la cumbre del G8, agregó que el Gobierno "favorecerá la máxima cohesión de todas las fuerzas políticas y sociales" contra el retorno en Italia de "tentaciones subversivas".
El presidente del Consejo se mantiene en estrecho contacto telefónico con la ministra de Interior, Anna Maria Cancellieri, para seguir las investigaciones sobre este atentado, cuya autoría aún no se ha atribuido aún a nadie.
Monti decretó que las banderas ondeen a media asta desde este sábado y durante los próximos tres días en toda Italia y mostró su "condolencia y proximidad a las familias y a las víctimas" de Brindisi (sureste).
Por su parte, el Vaticano a través de su portavoz oficial, el jesuita Federico Lombardi, manifestó su rechazo hacia una acción "absolutamente horrible y vil aún más execrable por haberse producido en las cercanías de una escuela contra jóvenes totalmente inocentes".
Lombardi expresó su deseo y con él, el del papa Benedicto XVI, de que "todo el país reaccione con decisión a las tentaciones de violencia y a las provocaciones terroristas".
Como muestra de repulsa por el atentado fueron convocadas manifestaciones en por lo menos 20 ciudades italianas, entre ellas Mesagne, el pueblo al que pertenecía la chica fallecida.
También en el terreno deportivo fue decretado un minuto de silencio en todos los eventos deportivos que se disputen en Italia durante el fin de semana.
