En este convulsionado mundo en el que el tiempo se va sin darnos cuenta, se encuentra un remanso de paz en la naturaleza.
Se sorprende uno con las cosas que se van encontrando y que ponen a pensar en todo lo que nos falta conocer y en lo poco que apreciamos la vida a nuestro alrededor.
En las últimas semanas sí que ha habido anuncios increíbles, como por ejemplo ese de que la contaminación del aire por nitrógeno ha llevado a que una planta carnívora del norte de Europa se convierta en vegetariana: sí, caza menos moscas porque aquel elemento vital para su existencia lo toma por las raíces. Y así ahorra energía de paso. Sabia decisión.
¿Cómo hará una araña que vive en las profundidades de una caverna en Laos, para cazar si no tiene ojos? Pues vive en ese ambiente donde los ojos no le hacen falta, según se describió en Zootaxa.
Stephanie Bush reportó un caso que parece inaudito: un calamar bien especial. Estos animales son magos para esconderse tras la tinta que lanzan o para camuflarse con el fondo marino y ahora se suma otro artilugio a su sofisticada defensa: cuando es atacado suelta las puntas de sus brazos, las cuales resplandecen y captan la atención del atacante mientras aquel se esfuma. ¡Ni el Hombre Araña!
O qué tal el caso de la termita-bomba de las selvas de la Guyana francesa, que seguro causará resquemor en quienes ven terroristas por todas partes. Las más viejas de la colonia tienen unas manchas azules con un componente que explota, afectando al atacante y defendiendo los jóvenes del nido. Un altruismo de ese que nos falta tanto.
O qué tal la historia de los zorzales maculados, que deberían convertirse en símbolo de toda aerolínea (sí que lo requieren): todos los años parten en la misma fecha hacia su destino migratorio de acuerdo con investigación en Plos One.
Unas mariquitas espían las hormigas aztecas interceptando sus feromonas (¡interceptaciones entre insectos!) para saber dónde es seguro poner los huevos, según estudio de científicos de Michigan.
¡Tanto por contar! Ante tanta maravilla ¿por qué nuestro desprecio por otras formas de vida? Sí que aportan y enseñan esas cosas que parecen nimiedades. Hay que disfrutarlas y protegerlas.
Maullido: Con la tecnología actual no se justifica un zoológico con ninguna clase de animales en cautiverio. Ya se dijo que el Santa Fe se transformará y será bioparque. ¿Más o menos jaulas?.
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