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Forjadores | PUBLICADO EL 13 diciembre 2022

Con mondongo abrieron “consulado” en Miami

El restaurante es uno de los más tradicionales de Medellín. Su historia supera los 40 años.

  • Con mondongo abrieron “consulado” en Miami
  • El primer local de Mondongo’s vio la luz entre las carreras 68 y 69, sobre la avenida San Juan. Luego se dio el traslado a la carrera 70, donde está la sede central. FOTO cortesía
    El primer local de Mondongo’s vio la luz entre las carreras 68 y 69, sobre la avenida San Juan. Luego se dio el traslado a la carrera 70, donde está la sede central. FOTO cortesía
  • Con mondongo abrieron “consulado” en Miami
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  • Con mondongo abrieron “consulado” en Miami
  • El primer local de Mondongo’s vio la luz entre las carreras 68 y 69, sobre la avenida San Juan. Luego se dio el traslado a la carrera 70, donde está la sede central. FOTO cortesía
    El primer local de Mondongo’s vio la luz entre las carreras 68 y 69, sobre la avenida San Juan. Luego se dio el traslado a la carrera 70, donde está la sede central. FOTO cortesía
  • Con mondongo abrieron “consulado” en Miami
  • Con mondongo abrieron “consulado” en Miami

El placer de sentarse a comer mondongo en la carrera 70 de Medellín se le debe a un matrimonio. Fueron Octavio Velásquez y Julieta Vargas quienes hicieron de un sabor montañero, propio de las cocinas paisas, la base del plato que ha mantenido a la misma empresa abierta desde 1976. El primer local vio la luz en la calle San Juan, entre las carreras 68 y 69, en medio de dos clínicas: San Joaquín y San José. Desde entonces, han abierto tres sedes. Incluso una, con sede en Doral, Miami, se ha convertido en el consulado de los colombianos en Estados Unidos, dice el gerente de la empresa, William Vargas Ramírez.

El negocio comenzó con 20 sillas, en un pequeño local. Dice William, hermano de Julieta y quien asumió la gerencia desde hace 44 años, que la idea se gestó de la mano de la empleada al servicio del matrimonio Velásquez Vargas. “Así se empezó, en un local donde solo daba para la cocina, y cuatro años después vino la primera ampliación”, afirma. De esa forma se abrió la sede de la 70, donde Mondongo’s cogió fama y cultivó a sus primeros clientes, quizá a los más fieles, a quienes vuelven después de cuatro décadas a pedir el plato de siempre.

La nueva sede fue de segundo piso: al principio, dice William, creyeron que podía ser un impedimento. Es que entonces nadie subía escalas pa’ comerse un almuerzo. Pero no, recuerda el gerente: la gente se trepó a comer mondongo a un segundo piso y, desde entonces, no ha parado. “Hacían filas como las hacen hoy. Siempre nos caracterizamos por hacer un buen mondongo, que surgió de las tías y las abuelas de la familia. Desde Ciudad Bolívar, de donde eran ellas, se convirtió en un plato tradicional de los domingos, en parada obligada en la ciudad”.

La buena acogida llevó a que los Velásquez Vargas abrieran otra sede en la calle 10, de El Poblado, y luego vino una en el extranjero. La historia de cómo dieron ese salto la cuenta William: “Mi sobrina, que es la única que tengo, estaba en Estados Unidos. Todas las amistades le decían: Marcelita, qué rico tener acá un Mondongo’s”. Y así fue: tanta insistencia llevó a que abrieran una sede en Miami. Compraron un restaurante que ya funcionaba, porque era más difícil empezar de cero, y ahí se estrenaron.

“Se empezó en un pequeño mall, donde no cabían más de 100 personas. Rapidito nos faltaron parqueaderos y nos pasamos para la 35 con la 82, en Doral. Eso se convirtió en el consulado de los colombianos en Miami”, dice William. Actualmente, la empresa soporta 250 empleados directos y tiene cinco platos. No venden licor, no hacen publicidad, todo es voz a voz, según el gerente. El negocio se ha mantenido en familia, con el mondongo como bandera, un plato típico, el ajiaco y las carnes. “Sacamos una cazuela con lentejas, porque la gente nos ha ido pidiendo opciones”, cuenta.

No han querido aceptar franquicias, aunque la opción está abierta y hay un proyecto para abrir otra sede. “Hemos querido mantener el negocio familiar, los cambios pueden venir en un futuro, pero hasta el momento hemos sido muy conservadores al respecto”. El 90% de las ventas son mondongos, dice William, quien agrega que la firma se ha convertido en una de las principales compradoras de aguacate del país. Porque la gente acepta que no haya mondongo, pero no que falte el aguacate.

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