A Manuel Efraín Londoño Zapata casi nadie lo llama por el nombre. Le dicen Candelario. Nacido el 31 de diciembre de 1923, es el mayor de los silleteros que participan en el Desfile, en el grupo de los Pioneros. Ella, nacida el 31 de octubre de 1932, también pertenece a este grupo.
Su esposa, Encarnación Atehortúa Soto, más conocida como Doña Chon, es otra pionera. Casados hace 68 años, y residentes en la vereda El Porvenir, de Guarne, hace 63 años, es uno de los matrimonios ejemplares del corregimiento.
Sentados en la sala de su casa, paredes blanqueadas y decoradas con cuadros del corazón de Jesús, la Virgen del Carmen y un Jesús treintón mirando de perfil, y fotografías de la celebración de los sesenta años de casados, cuentan:
“Comenzamos cuando no éramos ni 40. Vendíamos en la Plaza de Cisneros. Un día David Sánchez nos propuso desfilar por Amador y Cundinamarca para mostrar las flores en las silletas”.
Él, hijo de carbonero y de agricultora de la vereda Mazo. Ella, hija de una mujer fabricante de jabón de tierra y un carbonero. Recuerdan los grupos de campesinos caminando cuesta abajo, cargando silletas de flores, ruda y otras hierbas, así como bultos de vitorias y jabón de tierra. “En invierno, ¡ay Dios mío!, esos caminos se volvían jabón”, dice ella. “Nos alumbrábamos con un farol hecho con una velita entre un tarro”, complementa él.