Si hay un humorista que esté dando de qué hablar en el país, ese es Lokillo, el mismo que en la cédula de ciudadanía figura como Yedinson Ned Flórez Duarte, natural de Dabeiba, Antioquia, y una de las figuras de La vuelta al mundo en 80 risas, programa que en su debut en pantalla se convirtió en el más visto de la televisión colombiana, con un rating de 15.2 puntos.
Sus imitaciones de Federico Gutiérrez, Maluma, Nairo Quintana y Rigoberto Urán acompañan cada tarde a los oyentes de Voz Populi, de Blu Radio, espacio al que llegó después de estar 11 años con La Luciérnaga.
Rastacuando, un cantante particular de reggae, es uno de los personajes más exitosos de este comediante que en 2003 fue elegido como Rey Nacional de la Trova y que se cansó de ganar en cuanto concurso nacional de trova participó. En La vuelta al mundo en 80 risas está acompañado por la cantante Greeicy Rendón, en una travesía por Brasil y Argentina.
¿Cómo ha sido la experiencia en este nuevo formato?
“Es un programa novedoso, muy divertido, en el que cuatro parejas –humoristas y presentadora– viajamos por el mundo. Ellas son las encargadas de contar los datos de cultura general y turismo, mientras que nosotros, como siempre, mamando gallo en cada situación y lugar”.
¿Y qué tal esa travesía por Brasil y Argentina?
“En los sitios que visité no había estado, en Río de Janeiro y Buenos Aires disfruté bastante, aprendí de su cultura, gastronomía, deporte y rumba, fueron grabaciones muy extenuantes, terminábamos una nota y teníamos que salir corriendo para otro punto”.
¿Y la compañía de Greeicy Rendón?
“Son cuatro mujeres bastante bonitas, cada una de ellas con un sentido del humor particular, con cualquiera que nos tocara siempre íbamos a estar muy bien acompañados, ahí las mal acompañadas eran ellas. Con Greeicy hubo mucha química por la edad y por lo que los dos somos músicos, así que le sacamos mucho jugo a ese talento en común”.
¿Lo sorprende todo lo que ha pasado con su carrera?
“Uno trabaja todos los días con el afán y el deseo, primero, de que su trabajo dé frutos y, segundo, de que alcance el reconocimiento que se necesita en los medios para trabajar más. Es el resultado de muchos años de disciplina, de aprender mucho de gente tesa. Estuve 11 años en La Luciérnaga, ahora estoy en Voz Populi, en LaKalle y en Sábados Felices, no es algo que se logró de un día para otro, son 15 años haciendo humor en tarimas y en radio al lado de humoristas muy cotizados. Estos cambios los recibo con alegría, me siento muy orgulloso de que este trabajo comience a dar sus resultados”.
¿Hubo algún momento en el que pensó en tirar la toalla como comediante?
“Digamos que sí hubo un momento en el que sentí que ya había tocado techo, cuando hacía parte del grupo Revolcón, porque después de varios años haciendo radio en el mismo programa sentía que no iba a avanzar, que habíamos logrado algo grande, pero que ya no iba a pasar más de ahí. Con paciencia, fe y disciplina, cuando uno menos piensa, aparece la oportunidad”.
¿Dimensiona los alcances del personaje de Rastacuando?
“Fue y es el trampolín de reconocimiento a mi trabajo, me atrevo a decir que tuvo primero reconocimiento internacional, que nacional. Nace de esa búsqueda constante de inventar y crear, a partir de una herramienta muy poderosa que me dio Dios, que es la musicalidad, con eso ya me diferencié de muchos humoristas. Es mi carta de presentación”.
Las imitaciones siguen siendo el pilar de su trabajo...
“Sí, las imitaciones son fundamentales, es un don que nació de una búsqueda creativa de ver hasta dónde me daba el talento y explorando en esa escuela que fue La Luciérnaga, al lado de imitadores muy talentosos fui aprendiendo y conté con la suerte de que mis imitaciones se volvieron muy virales, entonces le dan la vuelta al mundo de la mano de Fico, Maluma, Nairo, Rigoberto Urán y otros más”.