Según el Registro Único Nacional de Transporte, RUNT, a junio de 2020 circulan en el país 15.606.256 vehículos automotores. De ellos, 2,2 millones, es decir el 14 %, tienen algún tipo de seguro voluntario para protegerlos de daños parciales o totales, pérdidas por hurto y protección a terceros mediante la responsabilidad civil.
Estos seguros voluntarios son opciones que pueden tener los propietarios para proteger sus bienes y son diferentes al Seguro Obligatorio Contra Accidentes de Tránsito, el famoso Soat, que sí es imperativo por ley para todos los vehículos. “En Colombia, en general, hay una baja cultura del seguro voluntario. De salud, de vida y de protección de bienes. En el caso de los vehículos, muchas personas creen que con el Soat es suficiente, pero este es solo para víctimas, no los va a asistir para reparar daños en un accidente, reponerles el carro en caso de hurto o prestarles la debida asesoría legal o hasta un carro sustituto mientras el propio está en reparación. Cuando sucede el siniestro es que la gente se da cuenta de su necesidad y ahí es donde viene el dolor de cabeza”, dice Juan Carlos Ortiz, asesor en venta de seguros en un concesionario de la ciudad.
Blindarse contra la pérdida
Al hablar de seguros voluntarios para vehículos existen múltiples alternativas de coberturas y empresas que ofrecen pólizas que amparan diferentes tipos de imprevistos e incluso hay algunas denominadas “todo riesgo”, que brindan protección al 100 %. Para saber cómo escoger la póliza adecuada, informarse sobre sus beneficios y buscar la mayor protección del bien antes de sacarlo del concesionario, la recomendación es asesorarse de la mejor manera y entender que un seguro no es un gasto sino una inversión, “porque está protegiendo el patrimonio. No es aconsejable fijarse solo en el precio. La prioridad debe ser la cobertura, los deducibles y las exclusiones”, precisa Jorge López, gerente de una firma corredora de seguros.
Estas pólizas se pueden pagar de contado por un año o financiadas, incluso, si el vehículo se adquiere a plazos estos valores están incluidos en el pago mensual y hay marcas que ofrecen el seguro por un año como bono de regalo al adquirir el carro.
Responsabilidad civil a terceros es vital
El acto de conducir está tipificado en el Código Nacional de Tránsito como una actividad de riesgo en la que están involucrados conductores, pasajeros, peatones y otros actores de la vía, que resultan indefensos ante un vehículo automotor y muchas veces no se tiene un alcance claro de lo que eso significa.
Cuando sucede un siniestro y resultan personas heridas o mueren en el incidente, el mayor costo corre por cuenta de lo que se denomina la responsabilidad civil a terceros, que cubre cualquier perjuicio patrimonial que cause el vehículo del asegurado a los involucrados en el suceso. Estos valores suelen ser los más altos que debe pagar el seguro pues el costo de una reparación moral, material o locativa suele ser de mayor cuantía en lo penal.
Ahora, calcule si usted no tiene un seguro que lo respalde lo que eso implica para su patrimonio personal más los líos jurídicos que podrá tener. “El mejor consejo para asegurar el carro es tener la mejor cobertura en responsabilidad civil, la cifra más alta que tenga la compañía. Aparte una suma importante para este fin y no se lo deje la póliza más barata. En ese aspecto las pólizas individuales suelen ser más recomendables que las colectivas solo por la asesoría personalizada”, puntualiza López.
Y hay detalles tan importantes como verificar los rangos de edad del conductor para aplicar a esta cobertura y verificar entre todas las ofertas la explicación de cómo sería el pago en caso de que el implicado sea un tercero y no el dueño del automotor. Añade López que “siempre, en caso de un incidente, acuda a su asesor, eso es importante para que el proceso funcione de la mejor manera”.
Deducible, prima y exclusiones
Es importante saber también qué es lo que no le va a pagar el seguro en caso de siniestro y reclamación, a eso se le denomina el deducible.
Existen en el mercado pólizas para vehículos particulares que ofrecen coberturas al 100 % en el caso de una pérdida total, es decir, le van a pagar la totalidad del valor asegurado por el carro, obviamente, será más cara. Para las que sí tienen deducible, establecen el monto por un porcentaje acordado o se cuantifica por salarios mínimos diarios legales vigentes.
Lo más recomendable, según las fuentes consultadas, es adquirir la póliza sin deducible y con una prima de restablecimiento automático, es decir, sin afectación en caso de tener dos o más incidentes en un periodo de un año. En cuanto a las exclusiones, las aseguradoras suelen tipificarlas en los contratos para dejar evidencia de los casos en los que no aplica el pago por daños o hurto.
Algunos ejemplos son el dolo o la mala fe a la hora de la inspección vehicular para avalar el seguro ocultando daños que se conozcan, hacer reclamos por daños previos al contrato, darle un uso comercial a un automóvil particular, o la participación en competencias deportivas o en actividades para las que no está diseñado el vehículo, lo cual implica un mayor riesgo. Esas son causales para que la entidad contratada se abstenga de pagar el siniestro, así como daños por desgaste natural de piezas, falta de mantenimiento, abuso de confianza o desatención del vehículo. Cuando se realiza un traspaso del auto a otro propietario, automáticamente cesa la cobertura sobre el bien.
Comprar un seguro de auto es una medida de prevención para resguardar al vehículo y evitar grandes costos a largo plazo y una inversión que se debe hacer con buen conocimiento, porque no solo contribuye a la protección de los seres queridos, sino que favorece el bienestar de todas las personas en las vías.
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millones de vehículos en Colombia tienen algún tipo de seguro voluntario.