Si usted y su pareja se conocieron en el estreno de una de las películas de La guerra de las galaxias, ambos son fanáticos irrefrenables de la saga, y usted toma la decisión de pedirle matrimonio, ¿por qué no hacerlo con un anillo que esté inspirado en R2D2, el recordado robot de la epopeya intergaláctica?
Esta pareciera ser la premisa de una de las tendencias modernas en anillos de matrimonio, donde las personas prefieren buscar formas que representen algo particular de su relación, como el gusto por un libro o serie televisiva.
Sumado a esto, el reconocimiento y la legislación frente al matrimonio entre parejas del mismo sexo han hecho que los productores de estas joyas ofrezcan diseños más personalizados, y exploren otras aristas del mercado de las bodas, que el año pasado movió 60 mil millones de dólares en Estados Unidos.
1. Anillos con los colores del arcoiris
Una anécdota dice que, algunos años atrás, una dependiente en Tiffany’s and Co. en Nueva York no entendía por qué una pareja de mujeres le pedía dos anillos de matrimonio masculinos. Frente a asuntos como la discriminación, las parejas LGBTI se han encauzado hacia los mercados virtuales, donde joyerías como Woolton & Hewitt, autodenominada como una especialista en este tipo de joyería, ofrecen modelos con la bandera LGBTI o que incluyen las dos líneas del símbolo de la igualdad.
2. Series, películas, libros y videojuegos
Si bien la palabra “nerd” todavía se usa con connotaciones despectivas, el similar “geek” ha tomado protagonismo en la cultura popular. Usado para referirse a personas interesadas por temas como los videojuegos, los cómics o la ciencia, ahora ser un “geek” implica poder llevar gustos como La guerra de las galaxias, Harry Potter o Pokémon en la mano y, por qué no, usarlo para pedirle matrimonio a su pareja.
3. Con apariencia rústica
Para algunos, la moda es cíclica. Más allá de la validez del enunciado, la novedad es que existe un estilo de anillos que busca una apariencia envejecida, con piedras de cortes bruscos y metales con baños que los hacen ver anticuados. Aunque los hay con diamantes también se usan piedras preciosas menos convencionales, como turquesas u ónices.
