Imagínense a unos muchachos, jóvenes, todos egresados del Colegio San Ignacio, con ganas de ayudar a la sociedad. Piénselos ahí reunidos, preguntándose los unos a los otros “¿qué hacemos?”. Sabían de salud y en ese campo decidieron ayudar. Crearon, entonces, el Dispensario para los Pobres.
Era 1946 y acababan de sembrar la primera semilla de lo que sería el Laboratorio Clínico de la Organización VID. Años después fundaron el Edificio para el Pobre, que se convirtió en la Clínica Cardiovascular, creada para responder a la cantidad de problemas cardiacos de los ciudadanos y la falta de especialistas en el tema. Y aquí están, 70 años cumple el Laboratorio Clínico VID; 50 la Clínica Cardio VID, sirviendo como un referente en atención, calidad y excelencia en salud.
El laboratorio
En La Playa con Córdoba, en pleno centro de Medellín, está la sede central del Laboratorio Clínico VID, pero está en 10 sedes más, cubriendo de norte a sur el Valle de Aburrá, atendiendo, solo en 2015, a 101.672 personas.
“Desde sus comienzos ha tenido un desarrollo permanente, lo que lo ubica como un laboratorio de alto nivel de complejidad. Este es un laboratorio especializado, a la vanguardia en tecnología e investigación aplicada”, afirma su director, el médico microbiólogo clínico Santiago Estrada.
Es, además, un referente en los procesos de recepción de pacientes y procesamientos de muestras. Es, también, “un laboratorio que presta servicios a todo el que quiera ir, pues es de puertas abiertas”. Y, sobre todo, “un laboratorio que investiga mucho, que publica mucho, que se preocupa por la educación en salud a la comunidad”, afirma su director.
¿Y el futuro? Crecer, en dos aspectos principalmente: “Seguir a la vanguardia en tecnología y dos, estar siempre donde la comunidad nos necesite. Queremos llegar a Urabá, al Eje Cafetero... esos son sueños que tenemos. Que la gente tenga un excelente laboratorio cerca de su lugar de vida, que todo el mundo pueda acceder a las mejores pruebas a un costo racional”, enfatiza Estrada.
Tres mil millones de latidos
Sístole y diástole. El latido de la Clínica Cardio VID se oye con fuerza en el fonendoscopio de sus especialistas. Son 50 años de trabajo salvando vidas. Fue en esta institución donde se realizaron el primer trasplante de corazón, hace 30 años, y el de pulmón, hace 19.
“Queremos seguir a la vanguardia de la salud cardiopulmonar en Colombia”, indica Mauricio Tamayo Palacio, director general de la Clínica. Y para eso cuentan con los últimos avances de la medicina. “Tenemos unos programas de avanzada en falla cardiaca y en cirugía mínimamente invasiva”, agrega el directivo.
El futuro es un campo fértil de trabajo, lo tienen claro. “Nuestro reto es seguir operando, seguir creciendo. Debemos estar aceptando los retos que nos pone la sociedad. Debemos atender a más personas. Cada vez generamos más servicios y más consultas”.
Es claro, entonces, que hablar de crecimiento no solo es construir más bloques: solo en 2015 se realizaron más de 147.500 actividades en la Clínica, todo un universo de pacientes que fueron atendidos con la más alta calidad y compromiso social que identifica a las obras de la Organización VID.
“Seguimos siendo líderes en trasplante de corazón”, cuenta Tamayo Palacio. “Hacemos algo más del 40 por ciento de los trasplantes de corazón de todo el país y el 80 por ciento de los de pulmón”.
Sin embargo, ante el volumen de atención, sí se necesitan nuevos espacios para los pacientes, por ello contará con una nueva sede en Ciudad del Río para adelantar allí las consultas especializadas.
Y también crecer en conocimiento: “Estamos muy enfocados en la investigación y en la publicación en revistas científicas. Nuestra meta es generar centros de excelencia dentro de las actividades que desarrolla la Clínica”.
Subespecialistas
De lo más básico a lo más complejo, en corazón, pulmón, neuro y vascular lo tienen en la Clínica Cardio VID. Pero hay algo que la identifica aún más: su capacidad de ahondar en el conocimiento.
“Somos especialistas en la atención y tratamiento de la problemática cardiaca en niños. Además, estamos haciendo énfasis en las cardiopatías congénitas del adulto, es decir, el seguimiento y atención de los pacientes que, de niños, tuvieron problemas cardiacos y tuvieron que ser operados en su infancia. Ahora los debe atender un experto en cardiopatías congénitas del adulto y nosotros tenemos a esos especialistas”, explica el director de Cardio VID.
El reto mayor, sin embargo, está en continuar con su misión, una responsabilidad muy grande por demás: seguir atendiendo a sus pacientes “siempre con la humanización que nos caracteriza y, además, compartir con ellos un mensaje claro y necesario: la importancia del autocuidado”, concluye Tamayo Palacio.