Tomar la decisión de dejar un empleo no es sencillo, pero mantenerse en un puesto que ya no genera satisfacción puede resultar más perjudicial que beneficioso. Así lo plantea Ricky Sharma, especialista en formación profesional de Engineering Real Results, quien destaca que cada vez más personas, incluso en sus 30, 40 o 50 años, optan por reinventarse profesionalmente y capacitarse en áreas completamente nuevas.
Existen ciertas señales que pueden indicar que ha llegado el momento de buscar nuevas oportunidades. Estas son cuatro de las más relevantes, según expertos.
Señales de que debe cambiar de empleo
1. El estrés y la ansiedad laboral afectan el bienestar
Cuando la sola idea de comenzar la semana laboral genera angustia o aparecen los conocidos “miedos del domingo”, podría tratarse de una señal de alerta. Si bien es normal atravesar jornadas complicadas, un malestar constante puede tener consecuencias serias en la salud física y mental.
Según un informe de UGT, el 48 % de los trabajadores en España está sometido a una elevada presión laboral, y un 37 % sufre de estrés, ansiedad o depresión vinculadas al trabajo. En estos casos, conviene evaluar si el problema puede solucionarse dentro de la empresa o si es necesario considerar un cambio de rumbo profesional.
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2. No existen oportunidades de crecimiento
El desarrollo profesional es un motor clave de motivación. Cuando un empleo no ofrece posibilidades reales de aprendizaje, avance o mejora salarial, existe el riesgo de caer en un estancamiento laboral.
Sharma señala que la planificación del futuro debe ser una prioridad tanto para los empleados como para las empresas. En ausencia de un plan de crecimiento claro, es común que la rutina se torne monótona y desmotivadora. Si después de conversar con la jefatura o con el área de recursos humanos no se vislumbra una solución, podría ser momento de buscar nuevos desafíos.
3. La falta de reconocimiento es constante
Sentirse valorado en el entorno laboral es esencial para mantener el compromiso y la productividad. La ausencia de reconocimiento, la falta de retroalimentación positiva o la indiferencia frente a ideas y propuestas pueden generar frustración.
En estos casos, es importante reflexionar sobre el nivel de aprecio y respeto que se recibe en el entorno de trabajo. Si estos aspectos son escasos o inexistentes, explorar otras alternativas podría ser una decisión acertada.
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4. El empleo afecta negativamente la calidad de vida
Dado que el trabajo representa una parte significativa del tiempo y la energía diaria, resulta fundamental alcanzar un equilibrio entre la vida laboral y personal. Cuando un empleo interfiere con el tiempo en familia, perjudica la salud o impide el desarrollo personal, se vuelve necesario reconsiderar la situación.