Desde hace varios años, Colombia se ha convertido en una de las potencias del deporte en el ámbito continental.
En 2015 logró el quinto puesto en los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá, con un total de 27 medallas de oro; y en 2019, en Lima, Perú, con el mismo número de preseas, terminó en la séptima posición.
En Bolivarianos el país ha triunfado en las últimas dos ediciones (Trujillo-2013 y Santa Marta-2017); mientras que, a partir de 2002 en El Salvador, pasando por Cartagena-2006, Mayagüez-2010, Veracruz-2014 y Barranquilla-2018, el tercer lugar en la tabla general de clasificación de los Centroamericanos y del Caribe siempre ha sido ocupado por Colombia.
Sin embargo, así como sucede con otras naciones referentes de la actividad atlética, hay un lunar que no permite que la dicha sea completa: el flagelo del dopaje.
El ciclismo y el levantamiento de pesas, por mencionar dos de los deportes insignias que han dado gloria mundial, están en la lista roja entre países con mayores casos de positivos adversos por uso de sustancias indebidas en los atletas.
En el primero, como lo reseña la Federación Colombiana de Ciclismo en el boletín que aparece en su página web, hay en la actualidad 33 casos de dopaje, 11 provisionales y 22 con sanciones.
La halterofilia, por su parte, la cual le ha entregado el mayor número de medallas a Colombia en su historia en Olímpicos (2 oros, 3 platas y 3 bronces), corre el riesgo de ser sancionada 8 años de toda competición internacional, empezando desde los Juegos de Tokio-2021, debido a los tres positivos que recientemente fueron hallados.
Contra tramposos y mafia
Acabar con la trampa y con quienes le dan rienda suelta a esta, empezando por los que comercializan y distribuyen productos dopantes, ha sido un dolor de cabeza.
Este se espera frenar gracias a la lucha de cada una de las federaciones, así como del Gobierno Nacional tras el reciente anuncio de la aprobación de dos leyes por parte del Congreso de la República y las cuales sancionó el presidente Iván Duque.
La primera, la Ley 2083 del 18 de febrero pasado, que modificó el artículo 380 del Código Penal, que dice:
“Suministro ilegal a deportistas. El que, sin justificación terapéutica y con la finalidad de aumentar las capacidades deportivas, ya sean físicas o psicológicas, o modificar los resultados en competencias, suministre o administre a un deportista profesional o aficionado que participe en competencias deportivas, alguna sustancia o método calificado como prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) o por el ordenamiento jurídico, o lo induzca en el consumo, incurrirá en prisión de veinticuatro (24) a setenta y dos (72) meses y multa de sesenta y seis (66) a setecientos cincuenta (750) salarios mínimos legales mensuales vigentes”.
Dice, además, que las sanciones previstas podrían aplicarse al “profesional o practicante de Medicina, Odontología, Enfermería, Farmacia, personal de apoyo del atleta que, en ejercicio de ellas, sin justificación terapéutica, y con la finalidad de aumentar las capacidades deportivas, ya sean físicas o psicológicas, o modificar los resultados en competencias, realizare las conductas previstas en este artículo”.
De esta manera, Colombia se une a países como Alemania, Francia, Italia y China que castigan con prisión a atletas o responsables de dopaje.
“Hemos venido trabajando para que nuestros deportistas sean protegidos de todas esas personas inescrupulosas que quieren, a través del dopaje, aprovecharse de ellos, y sean castigados severamente”, dijo en días recientes Ernesto Lucena, ministro del Deporte.
La segunda, entre tanto, es la Ley 2084 del 3 de marzo de 2021, que “tiene como objeto establecer disposiciones que permitan luchar contra el dopaje en el deporte, de conformidad con los parámetros y los estándares de la Agencia Mundial Antidopaje, consagrados en el Código Mundial Antidopaje vigente, buscando la protección de la salud de los deportistas y la preservación del juego limpio”.
Hay satisfacción
Mauricio Parodi, representante a la Cámara, comenta que estas medidas hacen parte de una línea de trabajo que comenzaron hace dos años y que tiene como fin eliminar el crimen y la trampa del deporte.
“La esencia de este es el juego limpio. Esta es una parte de la lucha contra la corrupción, uno de los grandes males que tiene la sociedad. Sabemos que desde el deporte podemos educar mejor a los ciudadanos para que se formen íntegramente. A veces creemos que corrupción es cuando se roban un montón de plata en una obra, pero se nos olvida que también es brincarse una fila, querer que te asignen una licitación a dedo o querer que te borren una multa de tránsito. Se requiere que se hagan las cosas bien, y la actividad atlética no es la excepción. Se necesita competir respetando las normas y no ganar a cualquier precio”.
Parodi, quien se ha desempeñado a la vez como dirigente deportivo, reitera que las nuevas reglas permitirán proteger mejor a los atletas, sobre todo los jóvenes, quienes ya no se verán tan vulnerados ante tantas manos criminales que los llevan al dopaje.
“Muchas veces ni el niño o adolescente entienden qué les están suministrando. Entonces sancionaremos a los adultos que los llevan por el mal camino al darles drogas. Y a la vez creamos un tribunal antidopaje, único para todos los deportes del país y sin ninguna injerencia; es decir, independiente de las federaciones deportivas para que los dirigentes no sean juez y parte, y haya autonomía en los procesos de sanción, con garantías para que sean procesados debidamente y el que haya sido responsable sea castigado como señala la ley”, agregó Parodi.
Aplauden decisión
William Calle, presidente de la Federación Colombiana de Pesas, sostiene que con estos nuevos mecanismos se continuará firmemente en la lucha frontal contra el dopaje.
Señala que el tribunal que se acaba de crear hacía falta porque los de las ligas o mismas federaciones “se vuelven más políticos que jurídicos, entonces cuando nace otro, y es manejado por profesionales, no se puede llegar a decir mentiras ante personas capacitadas”.
“Nosotros hacemos capacitaciones, seminarios, conversatorios, pese a ello, ante tanta cantidad de atletas, algunos se nos pueden salir de las manos. La gente no dimensiona lo que pasa cuando se ponen a tomar cosas, no solo se meten en problemas, también el resto del conglomerado. Por eso se aplaude el tribunal que creo el Gobierno, estaba en mora de hacerlo”.
Calle reitera que, con la actividad atlética, y más al alto rendimiento, se levantan personas de bien y se les da oportunidades a aquellas que son de bajos estratos.
“Transforman sus vidas, así no lleguen a ser campeones, pues cogen disciplina. Por eso, en lo deportivo, tenemos que evitar que la gente siga enceguecida en los resultados. Estos, en sí, con el entrenamiento, deben llegar por añadidura. Si bien estamos en una situación complicada para erradicar las malas prácticas, seguimos luchando y concientizando a cada actor de lo que está a nuestro alcance, pues en juego también está su salud”.
Mauricio Vargas, presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo, agregó: “El deporte en general gana con todas esas herramientas que empezó a implementar el Gobierno. Estas leyes permitirán un mejor control al dopaje en todos los aspectos, pues quien quiera utilizar estas sustancias lo pensará dos veces ya que puede perder su libertad”