En un lado de la jaula la felicidad era incontenible. Deportista, entrenadores y manejadores se abrazaban sin parar. Sabina Mazo, la debutante, acababa de ser declarada ganadora del más importante duelo femenino de artes marciales mixtas -MMA- en Colombia. Al otro extremo, la tristeza sumaba rostros protagonizada por Alejandra Lara y su séquito de ayudantes.
Era ya la madrugada de viernes y el bullicio de la gente congregada alrededor del escenario, ubicado en forma de tarima, donde las dos deportistas antioqueñas se liaron a golpes, patadas y llaves, se confundía con la música de una de las discotecas más tradicionales de Barranquilla, la Trucupey, donde se cumplió la velada promovida por la empresa Striker Fighting Championship SFC 018 con el rótulo de ser la pelea femenina más importante en la historia del MMA del país.
Horas antes, los asistentes de Sabina celebraban el haber ganado el primer round fuera del octágono: “no fue fácil dar el peso límite. De 68.5 kilogramos bajamos a 59.3 en 15 días, sin hielo y sin masajes”, señaló David González, de la academia Muay Thai Medellín, responsable de la preparación de la novel Mazo, de contados 18 años de edad, justamente cumplidos el miércoles pasado y estudiante del colegio Montemayor Sagrado Corazón, convertida en la más joven peleadora colombiana en hacer un combate de estos.
“Fue una superpelea, debo destacar la actuación de Alejandra, quien nunca bajó los brazos ni se desanimó; fue una gran rival”, expresa Sabina, quien pese a salir adelante en la reyerta terminó con algunos golpes en su cuerpo.
Azul, como llaman a Lara, sí terminó con varios cortes y moretones en su rostro.
“La estrategia dio resultados. La idea era dominar arriba gracias a mi mejor alcance. Ella intentó derribarme aplicándome llaves de su especialidad, la lucha, pero yo controlé cada situación y saqué ventaja”, agrega Sabina. Supo bloquearla.
A seguir en la lucha
Por su parte, Jesús Orrego, representante de Alejandra, reconoció la superioridad de la oponente, más alta y de mayor alcance. “Aleja se encontró con una rival muy fuerte y con un alcance impresionante; de todas formas fue un buen duelo que Sabina ganó por decisión. Toca seguir trabajando y mejorando la técnica. Y así hayamos perdido, el que ganó fue el deporte de Antioquia y en especial las artes marciales mixtas”.
Al final, y pese al cansancio, los golpes y las lesiones que dejó en las protagonistas la fiera pelea, ambas se sintieron satisfechas.
“Los golpes y el dolor son pasajeros, pero estas son las experiencias que nos hacen crecer, no solo como deportistas sino como personas”, expresa Alejandra, quien agrega: “me siento satisfecha por lo que hice, como dijo Gandhi: ‘nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa’ y así lo siento. Vamos escalando y aprendiendo cada vez más. Frente en alto y corazón tranquilo”.