El 2018 fue un año de aprendizaje para Andrés Echavarría Botero. Tras la operación de su hombro derecho el golfista antioqueño tuvo que llenarse de paciencia y arrancar desde cero, tal como cuando un niño está comenzando a caminar. Así le tocó al paisa, paso a paso.
Pero todo lo que sembró lo hizo en tierra fértil, pues en 2019 empezó a recoger buenos frutos. Hace tres semanas hizo hoyo en uno en el Buenaventura Classic (el primero del año en un torneo oficial) que se disputó en Panamá, y este domingo se coronó campeón del Molino Cañuelas en Argentina, en hoyo de desempate ante el australiano Ryan Ruffels.
EL COLOMBIANO habló con el golfista de 31 años que desde este jueves competirá en el Abierto de Chile.
¿Cómo fue ese hoyo de desempate ante Ruffels?
“En el primero quedamos iguales, entonces nos fuimos a un segundo hoyo, ahí llegaron Ricardo Celia, Santiago Gómez y Juan Pablo Luna, mis amigos colombianos que estaban en el torneo y luego de ver el triunfo de Tiger llegaron al campo para acompañarme, eso fue bastante emocionante, hice un hoyo casi que perfecto, la bola tomó una curva bastante extraña, nunca había golpeado una bola así y logré un birdie (un golpe menos) para ganar el título del torneo”.
Es el segundo triunfo en el Tour PGA Latinoamérica...
“Sí, pero fue muy diferente al que logré en 2016 en Cali, porque en ese estuve arriba y acá arranque la última ronda persiguiendo y me tocó apretar el acelerador, arriesgar un poco; afortunadamente las cosas salieron muy bien, todo casi perfecto, y gané”.
¿Qué significa triunfar el mismo día en el que un grande como Tiger Woods volvió a la gloria en el Máster de Augusta?
“Fue una combinación de sentimientos. Feliz porque ese es mi torneo favorito y saber que Tiger ganó fue especial, además porque mucha gente estaba pendiente de los dos. Yo no lo pude ver, pero conozco bien los hoyos y mi sueño es poder jugar algún día allá”.
¿Cuándo sintió que podía ganar en Argentina?
“La verdad no lo vi cerca nunca, porque venía lejos después del hoyo 10, pero afortunadamente apreté el acelerador y metí un par de putts (golpe que se efectúa en el green) claves y el birdie del último me dio la opción de ir al desempate”.
¿Cuál fue la clave?
“Cuando vas perdiendo por tantos golpes la clave es hacer muchos birdies, no pensaba solo en el título sino en terminar bien el torneo, pero en los hoyos 13 y 14, cuando los hice, apreté el ritmo y conseguí más para igualar a Ruffels”.
¿Cuál es el objetivo que se ha trazado para este año?
“Quiero tener un buen registro, ascender al Web.com, aunque confieso que estuve explorando otras opciones (trabajo) probablemente en el mundo del golf, porque este año ha sido difícil, pues estar en el PGA Tour Latinoamérica sin patrocinio es muy complicado y el apoyo para los golfistas profesionales ha bajado mucho en los últimos tres años”.
¿Siente que esta victoria le da un nuevo impulso?
“Este logro me da la esperanza de poder conseguir algún patrocinio y aunque ya no tengo 23 años, como cuando me inicié como profesional, he pasado por el Web.com (3 años) y esto me impulsa para seguir soñando con lo que puede ser un gran segundo aire en mi carrera y llegar al PGA Tour, que siempre ha sido mi anhelo“