Caterine Ibargüen, líder dentro y fuera de la pista, defensora de los derechos de los deportistas y una de las mejores atletas del salto triple del mundo en la última década, confirmó este jueves, a sus 37 años de edad, lo que anunció en octubre de 2019: “los Olímpicos de Tokio marcarán mi retiro definitivo del atletismo”.
Tras el aplazamiento un año de los Juegos por la pandemia del covid, tiempo que le sirvió para mermar el dolor de las lesiones que la empezaron a aquejar en el último tramo de su carrera, Ibargüen logró competir en las justas de Japón, donde quedó décima, luego de triunfar en Río-2016. Gracias a su disciplina y resultados es ejemplo de tenacidad.
“Estoy feliz con las oportunidades que la vida me dio y de tener la posibilidad de mostrar que es posible cumplir sueños. Un capítulo termina, pero la gran historia continúa”, indicó la colombiana en un mensaje de Global Sports Communication, la agencia que la representa. Lo cierto es que Tokio fueron sus últimos Juegos, pero aún seguirá compitiendo en otras pruebas internacionales, agregaron, en un segundo comunicado, los voceros de su agencia.
Caterine aún busca seguir dejando huella en la actividad atlética. En su palmarés sobresalen dos títulos mundiales en el triple salto, conseguidos en Moscú (2013) y Pekín (2015), dos preseas olímpicas (plata en Londres-2012 y oro en Río-2016), así como las conquistas de la Liga de Diamante 2018, en salto triple y largo, que le valieron para ser nombrada Mejor Atleta del mundo esa vez.
“Estoy feliz por lo hecho aquí en Tokio. Orgullosa de haber portado la bandera de nuestro país y creo que soy una privilegiada por poder disfrutar de unos Juegos más”, dijo Caterine tras participar en sus cuartos Olímpicos.
Anthony Zambrano, medallista de plata este jueves en Tokio, lamentó el adiós de Olímpicos de su colega, pero aseguró que cogerá su testimonio. “Lastimosamente mi negrita se retira, pero queda Zambrano para luchar por toda la juventud y la nueva generación del atletismo”