Aprender desde muy pequeños a ganar y perder los forma como seres resilientes, con convicción y una férrea creencia en que todo es posible.
Así lo demostró Camilo Villegas, quien sorprendió al mundo del golf y a quienes vieron sus declaraciones sobre el estado de salud de Mía, su hija de 20 meses, quien fue diagnostica con un tumor en el cerebro y otros pequeños quistes en la columna vertebral.
Dejando escapar algunas lágrimas, el paisa contó el proceso que vive en familia y les pidió a los aficionados, de quienes, dijo, le han demostrado su amor en estos 12 años como golfista profesional, orar y enviarle la mejor energía a su pequeña.
Esa actitud de Camilo y de muchos deportistas que han tenido pérdidas o situación adversas en su vida y, a pesar del dolor, siguen en competencia, genera una inquietud: ¿cómo hacen para no dejarse abatir por el sufrimiento y la adversidad?
Buscamos a sicólogos deportivos para hablar del tema.
Lina María Orrego, del Comité Olímpico Colombiano, manifiesta que, “aunque generalmente las personas resilientes nacen con esa condición, muchos atletas la adaptan a su carácter, gracias al manejo que desde muy pequeños le dan a situaciones como la frustración, el dolor y la pérdida, transformándolos en fortaleza y motivación para seguir adelante en busca de sus metas o de un buen resultado”.
Por ello, enfatiza, que estos representantes del alto rendimiento generalmente convierten estas adversidades en estímulos y eso, seguramente, es lo que Camilo está experimentando.
“En estos casos se mezclan varias cosas: una personalidad resistente no solo mental sino emocionalmente, unida a unos objetivos precisos y una motivación bien estructurada. Todo esto hace que la enfermedad de un ser querido se convierta en una motivación. Es ahí cuando el deportista no compite o juega por él, sino por su hija, como es el caso de Camilo, para que Mía, en un futuro, se sienta orgullosa de su papá y entienda el mensaje que le quiere dejar, de ser perseverante, valiente, luchadora y salir adelante”, comenta la especialista.
Con este concepto concuerda el técnico Luis Fernando Martínez, quien ha sido entrenador del golfista: “Camilo siempre ha demostrado que es fuerte, que tiene un poder mental superior para afrontar las adversidades, y ahora, con el tema de su hija, está ratificando, una vez más, que es un luchador. Eso, seguro, le ayudará no solo a Mía sino a la familia para seguir con fe buscando la sanación para la niña”.
Orrego dice que “al pedir ayuda y acompañamiento con la oración y la buena energía, el paisa no solo logrará concentrar el amor que la gente le ha dado en estos años de carrera, en la que se ha convertido en ese ídolo y es ejemplo a seguir, sino que eso lo hace ver más humano, más cercano y de ahí que crezca la solidaridad con él y la familia”.
Ayer, Camilo disputó la última ronda del Korn Ferry Tour en La Florida, donde fue el mejor colombiano, gracias a su convicción en el campo, dejando lo mejor para dedicárselo a Mía, quien sigue luchando para sanarse.
Camilo ocupó la casilla 33 con un score de 278, con rondas de 67, 70, 70 y 71 en el torneo que ganó el local Luke List, quien logró un puntaje de 268 (-12 del par del campo), tras efectuar jornadas con los siguientes resultados: 66, 70, 65 y 67.
Recordamos que en este torneo también compitieron Nicolás Echavarría y Marcelo Rozo, pero no superaron el corte el viernes pasado.