El serbio Novak Djokovic (7º ATP), diez veces ganador del Abierto de Australia, se clasificó con autoridad para los octavos al batir al checo Tomas Machac (25º) por 6-1, 6-4 y 6-4, este viernes en Melbourne.
En busca de su 25º título de Grand Slam, esta leyenda del tenis consiguió en el tercer partido en Australia su primer triunfo en tres sets, al superar las dos primeras rondas en choques de cuatro mangas.
Tras un inicio de torneo titubeante, el serbio mostró una versión mucho más contundente ante Machac, desbordado por la mezcla de táctica y resistencia de su rival.
“Honestamente creo que jugué muy bien, estoy muy contento con el partido, incluso estoy sorprendido por el resultado, por ganar en tres sets. Él se desplomó en el segundo set, yo tuve problemas físicos pero supe gestionarlo”, analizó Djokovic.
Zverev y Alcaraz en el Abierto de Australia, sólidos
El número dos mundial Alexander Zverev y el tres, Carlos Alcaraz, pasaron de ronda en el torneo australiano, aunque el español cedió su primer set del torneo.
El alemán de 27 años, que aspira a conquistar su primer Grand Slam, obtuvo su tercera victoria en Melbourne ganando al británico Jacob Fearnley (92º) por 6-3, 6-4, 6-4.
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Doble finalista del Grand Slam -US Open 2020 y Roland Garros 2024-, Zverev alcanzó las semifinales en Australia en dos ocasiones, en 2020 y 2024.
El español Alcaraz, que busca en Australia el único gran título que le falta a su palmarés, ganó pero cedió su primer set en el torneo contra el portugués Nuno Borges (33º), por 6-2, 6-4, 6-7 (3/7), 6-2.
El ganador de Roland Garros y Wimbledon en 2024 se enfrentará en octavos de final al británico Jack Draper (18º) o al australiano Aleksandar Vukic (68º) para intentar igualar su cuarto de final de 2024, su mejor logro en el Abierto de Australia.
Si Alcaraz, de 21 años, consigue ganar la final en Melbourne el 26 de enero se convertirá en el más joven de la historia en completar la colección de los cuatro grandes.
El viernes, el español se puso al público local en el bolsillo al prometer que iba a tatuarse un canguro si ganaba en Australia. “Sólo me queda alzar el trofeo”, bromeó Alcaraz.