Más allá de que los que más celebren sean los hinchas de Atlético Nacional, un título de Copa Libertadores, serviría para oxigenar a un país que mira adelante pese a sus dificultades.
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Un tifo (imagen conformada en la tribuna por los hinchas) en el estadio Atanasio Girardot, en el primer partido que Nacional disputó como local en esta edición del torneo, enmarca el sentir del club: “sueño continental”, decía la imagen y el verde está a punto de despertar con su segundo título del torneo, el tercero para Colombia.
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Doce años es mucho tiempo para una afición futbolera y eso es lo que acumula Colombia sin celebrar un título de este torneo. Más largo aún es el ayuno para una hinchada que desde 1989 no ve al equipo como el “rey de América”.
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Una delegación de 27 jugadores salió ayer para Quito en un vuelo chárter con la ilusión de sacar un buen resultado. Para esto, además del apoyo de todos los colombianos, también viajaron sus familiares en otro avión. Incluso, Álex Mejía, sancionado por la acumulación de amarillas, estará acompañando al club.
“Es uno de los viajes más importantes en la historia de cualquier equipo colombiano. Si no puedo estar en la cancha, apoyaré desde la tribuna y el camerino. Todos queremos abrazarnos el próximo miércoles y mañana (hoy) es la cuota inicial para ese abrazo”, indicó el volante.
Así que hoy, ante Independiente del Valle, la que juega es Colombia.