Crece tanto y está tan pesado, que Juan José Florián siente que se le agotan las fuerzas, o mejor, las maniobras, para cargar a su hijo. “Muchas veces, para sentirlo más cerca de mí, le digo que se acueste en mi pecho, como cuando era un bebé”.
Pero el menor, que ya tiene cinco años de edad y quien también lleva su nombre, le contesta que esté tranquilo, pues le hará unas prótesis largas, cómodas y resistentes, como las que ha visto por Youtube, para que pueda soportar su peso. “Nos reímos todo el tiempo. Yo le contesto que mejor se siga alimentando juicioso para que cuando esté grande tenga alientos para que sea él quien me cargue”.
Con esa frescura, naturalidad y una sonrisa permanente se expresa Juan José, o Mochomán, como lo apodan debido a las asombrosas cualidades y capacidades que exhibe, no solo montado en una bicicleta, pese a no tener varias partes de su cuerpo.
Instrumento de Dios
En 2011, Juan José, quien nació hace 40 años en Puerto Berrío, Antioquia, pero a quien de pequeño se lo llevaron a vivir a Granada, Meta, perdió sus brazos, la pierna derecha, un ojo y un oído después de manipular un artefacto explosivo el cual fue dejado, como recordó, por la guerrilla de las Farc en una bolsa en el jardín de su casa. Soldado de las Fuerzas Militares, confiesa que cuando despertó en el hospital tuvo pensamientos de rabia e intentos de acabar con su vida “Pero todos fallaban, y con el paso del tiempo entendí que Dios quería que fuera un instrumento de él en la tierra”.
Y el deporte fue su mejor camino para encontrarle sentido a su nueva vida y ser fuente de inspiración para las personas. No olvida que su rehabilitación comenzó en una piscina, en la que al poco tiempo ya estaba compitiendo con nadadores paralímpicos. Hasta fue campeón nacional de los 200 metros libres y medallista de oro en tres torneos en Estados Unidos, Brasil y Venezuela.
Un teso en ciclismo
Florián reconoce que, cuatro años después, halló en el ciclismo su verdadera pasión deportiva. Ya ha estado en dos Mundiales, tres Copas Mundo, es medallista panamericano y sus últimas preseas nacionales las alcanzó recientemente en Bogotá. Dice que en el pedalismo su gran meta es llegar a los Juegos Paralímpicos, y tras el respaldo que acaba de recibir por quinto año consecutivo por el Team Movistar, señala que esto lo motiva más a seguir trabajando hasta lograrlo. “Después de lo que he vivido, se vale soñar”.
Mochomán, quien además dicta charlas motivaciones, causa admiración con su voluntad férrea. Encima de la bicicleta, acondicionada para que pueda pedalear, siente volar, y fuera de ella, en la que va a una velocidad más lenta en comparación a las personas del común, muestra optimismo en medio de las adversidades que afronta. “Las apariencias engañan, y sin lugar a dudas la vida es dura, pero hay que echar para adelante, adaptarse según la realidad”.
Así comentó Juan José luego de estar prácticamente una hora encerrado en un baño, junto a su pareja Angie Garcés, previo al Reto Movistar del que fue participe recientemente en Antioquia.
“¿Qué pensaría la gente? ¿Qué se quedaría haciendo esa parejita tanto tiempo en ese baño?”, comenta Juan mientras saca una de sus habituales carcajadas.
“Todo el mundo tiene problemas, dolores, y yo no soy la excepción. Claro, en ese baño estuve buen tiempo encerrado porque me dolían demasiado mis muñones de la pierna derecha. Ya estaban hasta rojos, entonces tuve que ir a quitarme la prótesis con ayuda de mi esposa. No me puedo amargar por eso, llorar o estar triste porque me falta una parte de mi cuerpo ni contagiar de mala energía a mi pareja. Es lo que hay y solo queda disfrutar, ese es el precio que tengo que pagar por vivir”, comenta Florián con una tranquilidad pasmosa.