Cada vez que se va a hablar de las promesas del automovilismo colombiano es imposible no mencionar a Jerónimo Berrío, quien a sus 16 años ha sido el primer cafetero en ganar una válida de la Fórmula-4 (F-4) francesa.
Este hito lo consiguió el año anterior en la última carrera de la categoría para el campeonato galo, en el Circuito Paul Ricard, autódromo situado en Le Castellet, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, una de las pistas más prestigiosas del mundo.
“La verdad, para mí ganar en un autódromo en el que vi correr a ídolos es algo indescriptible”, expresó Berrío al recordar dicha gesta.
Jero, como le dicen sus amigos y familiares, nació y se crió en la localidad de Usaquén al norte de Bogotá, desde muy pequeño le gustaba jugar con carros. La pasión por el deporte de motor empezó por herencia familiar. Su padre Jaime Berrío practicó esta disciplina de manera aficionada y desde niño estaba en constante contacto con ella.
Allí, mientras vivía con su hermano mayor, y sus padres Jaime y Ana Mardo, desarrolló su gusto por esta profesión. Al escucharlo expresarse refleja una madurez y convicción, que no solo es representada en su manera de hablar sino en su estilo de conducción. Se considera un piloto arriesgado y que siempre buscar la victoria.
A pesar de ser apenas un adolescente, se podría decir que cuenta con una amplia experiencia, pues manifiesta que este sueño de llegar a la Fórmula 1 comenzó desde que tenía 4 años.
“Yo inicié desde hace 12 años en esto, al principio lo tomaba por diversión, pero a medida que avanzaba le ponía más disciplina y me volvía cada vez más profesional” señaló.
En Colombia conquistó todas las categorías del kartismo. Tras conseguir una experiencia idónea, además de un palmarés destacado, decidió hacer la transición hacia la F-4 francesa: “Si te soy sincero yo llegué a Europa con la intención de querer ganarlo todo, pero con el tiempo me di cuenta de que en el automovilismo es muy importante la experiencia del piloto”.
Allí, con la experiencia nula de haber conducido un monoplaza, pero seguro de sí, emprendió su viaje. Cogió sus maletas, se despegó del seno de su hogar y se fue a vivir solo a un país en el cual no conocía, ni siquiera, su lengua.
“Yo llegué sin ningún tipo de experiencia, pasé de un kart que llega a 140 kilómetros por hora, a un monoplaza que corre a 240 km/h. Y agregó: “Al principio fue un cambio bastante duro, pero me fue bien, gané la última válida del certamen, sumé buenos puntos de súper licencia y quedé como el mejor novato de la competencia”.
De Francia a España
Con el objetivo de escalar cada día más en su carrera, y gracias al buen desempeño mostrado en Francia, Jerónimo decidió dar el salto hacia el campeonato de la misma categoría en territorio español, en busca de mayor exigencia que lo pudieran llevar a otro nivel.
“A pesar de que son las mismas categorías, es una exigencia mayor porque Francia es la única monomarca en donde todos los carros son iguales, no tienes tu propio ingeniero. En cambio, en España tienes un ingeniero, debes crear estrategias con tu equipo.
Allí fue contratado por el MP Motorsports, un equipo líder, con amplia experiencia en monoplazas, que se fundó en 1994 y en la actualidad participa en más de 50 carreras en todo el mundo: “Llegar a este equipo neerlandés es algo demasiado grande, es una escudería que, para mí, es una de las mejores”.
Una temporada difícil
Aunque su inicio fue destacado, cuando corrió a principios de mayo en la pista Spa Francochamps y logró un momentáneo noveno lugar en la general, en Aragón no contó con suerte. En la primera carrera llegó en el puesto 12, en la segunda un rival perdió el control del vehículo y chocó contra él y en la tercera llegó 12°.
“Ha sido un campeonato muy difícil, hemos tenido errores, no ha habido suerte. No he logrado los puntos ni los podios que planeaba, pero de estas dos válidas solo queda aprender y prepararse para lo que viene, el campeonato todavía es largo”, manifestó con motivación el joven piloto.
Con la F-3 en la mira
Aunque aún es prematuro hablar de lo que se viene para la próxima temporada, Jerónimo está expectante por dar el ascenso a la Fórmula 3.
Pero señala que la próxima temporada depende de muchas cosas, no solo del rendimiento, sino de la empresa privada, de las personas que quieran confiar en su trabajo, pero dice con seguridad que: “Si es saltar a la F-3 o la F-3 regional, me siento en capacidad de asumir el reto”.