No solo con sus palabras sino con sus hechos, Moisés Fuentes es ejemplo de tenacidad y admiración. “Discapacitado es aquel que teniéndolo todo, no quiere hacer nada”.
El santandereano, quien de joven, víctima de un atraco, recibió seis impactos de bala, uno de ellos que le provocó una lesión en la médula espinal y quedó parapléjico, volvió a evidenciar este domingo que los límites están en la mente.
En los Juegos Paralímpicos de Tokio, Japón, Moisés fue una de las figuras de la delegación nacional, la cual alcanzó tres nuevas medallas y ya suma 12 en la sumatoria general.
Moisés logró presea de plata en paranatación, mientras que sus compatriotas Fabio Torres, en parapowerlifting (pesas), y Jean Carlos Mina, en paratletismo, ganaron bronce.
“En cada evento me motiva la oportunidad de vencerme a mí mismo, retarme no solo en el tema deportivo sino en todas las áreas como ser humano, tales como el conocimiento personal, la educación, el liderazgo, el empoderamiento con el deseo de avanzar, evolucionar y vivir mejor”, le expresó Fuentes en días recientes a los voceros del Comité Paralímpico Colombiano.
Y gracias a su talento, este hombre de 46 años de edad, desde los 20 en el deporte paralímpico, impresiona con su fortaleza para superarse, hacer historia y dejar un legado.
Contador público de la Universidad Cooperativa de Colombia, Fuentes es el único deportista del país en actuar en seis Juegos Paralímpicos y ser medallista en cuatro de ellos.
En la prueba de 100 metros pecho, categoría S4, el nadador suma dos bronces (Pekín-2018 y Río-2016) y dos platas (Londres-2012 y Tokio-2021).
Esta vez, Fuentes hizo récord nacional con tiempo de 1.35,86. El oro fue para el ruso Dmitrii Cherniaev (1.31,96, récord mundial) y el bronce para Antonios Tsapatakis (1.40,20).