Durante la rueda de prensa, tras la derrota 2-1 del sábado ante Envigado, la expresión en el rostro del técnico Javier Álvarez era de desencanto.
Además de no encontrar la manera de ganar o por lo menos empatar, el entrenador salió afectado por no poderle ofrecer una satisfacción a la afición roja en el cumpleaños 107 de la institución.
“Queríamos ofrecerle una alegría a la fanaticada y no pudimos. Creo que el Medellín tiene un gran recurso humano que debe potenciar, pero hay que mejorar mucho en el rendimiento, la concentración y en la toma de decisiones en el juego para revertir este mal momento, y lograr que el colectivo vuelva a ser fuerte”, reflexionó el adiestrador.
Luego de analizarlo con calma, en casa, Álvarez decidió dar un paso al costado y dejó la dirección técnica del equipo con un rendimiento del 24 % (2 victorias, 2 empates y 6 derrotas en Liga).
Solo 45 días duró el antioqueño en el cargo, pues había llegado el 2 de octubre a ocupar el lugar que dejó el paraguayo Aldo Bobadilla, quien también se fue por la falta de buenos resultados.
En este tiempo Álvarez no logró encontrar un equipo que le permitiera pelear el ingreso a los ocho, pues recibió una nómina muy joven, con 17 jugadores menores de 23 años, de los 30 que tienen inscritos ante Dimayor. Un plantel sin liderazgo en la cancha.
En los últimos dos años el DIM ha tenido cuatro entrenadores: Octavio Zambrano, Alexis Mendoza, Aldo Bobadilla y Javier Álvarez. Aparte de dos encargados, Javier Calle y Humberto Sierra, que fueron encargados del plantel ayer.
Juan José Peláez, quien estuvo vinculado al club en tres ocasiones (2000-2002, 2007-2008 y 2017), dijo que el Poderoso dejó de ser un equipo estable y aunque tiene un potencial grande a futuro, el grupo de jóvenes con que cuenta no es garantía para que un entrenador, hoy, haga un gran papel digno.
“Les falta experiencia -dijo Peláez- y por eso es necesario que los directivos inviertan para darle las herramientas a un técnico, que pueda tener jugadores referentes con los que se pueda armar un grupo para pelear cosas grandes”..