Tranquilamente a Felipe Velásquez y a Jorge Rosso se les podría llamar científicos, meteorólogos o hasta brujos. Por lo pronto, en las redes sociales los califican de “tesos” y “máquinas” en alusión a la gesta que acaban de lograr.
Lo que inicialmente sería una salida recreativa en parapente el pasado 1° de septiembre, terminó concluyendo no solo en récord de distancia en Antioquia sino también en nueva marca nacional en vuelo de montaña.
En la modalidad libre, sin la ayuda de motor, y en la que cada piloto despega con sus pies desde una montaña, estos dos antioqueños, sin imaginarlo, se aventuraron, estando ya en el aire, a planear cada vez más lejos, hasta donde la fortaleza física y mental resistiera a los desafíos que conlleva volar.
Si bien la misión era llegar a La Pintada luego de partir del voladero Calentón, ubicado en una de las cumbres de Santa Fe de Antioquia, terminaron tomando decisiones tan acertadas en esa lectura del ambiente y en aquella especialidad de cross country (desafiando corrientes de viento, columnas de aire caliente denominadas térmica, analizando la posición del sol, subiendo a las nubes, esquivando la lluvia, avanzando por montañas...), que su aterrizaje se produjo en otro departamento, en Caldas.
El vuelo lo comenzaron Felipe y Jorge junto a Edward Valencia y Martín Mesa. Pero Edward llegó cerca a Anzá (37 km) y Mesa sí arribó a La Pintada (117).
Por su parte, Velásquez, piloto comercial de avión, y Rosso, instructor de parapente, siguieron de largo hasta llegar a Supía. Recorrieron un total de 148 km, dejando atrás el registro de Héctor Vásquez que estaba en 137 km.
En el trayecto, en el cual alcanzaron una altura máxima de 3.750 metros sobre el nivel medio del mar y en el que registraron un tiempo de 5 horas, 32 minutos y 37 segundos, Felipe y Jorge pasaron por poblaciones como Caicedo, Anzá, El Socorro, Concordia, Bolombolo, Peñalisa, Pueblo Rico, Buenos Aires, Jardín, Támesis y Caramanta, hasta llegar a Caldas, de donde se devolvieron horas después en chiva hasta Caramanta para luego coger bus hacia Medellín.
“Fue un vuelo impresionante, nos salió todo muy bien. Es algo que nos llena de satisfacción. Por mi parte vuelo es por pasión, mas no por conseguir marcas. Mi gusto es volar, y cuando se hacen las cosas con amor los resultados como el que acabamos de lograr llegan por sí solos”, comentó Velásquez, quien en julio pasado, y tras nueve años sin competir, triunfó, en cross country, en el Open de Verano de parapente en Roldanillo, Valle.
Ahora, con los récords que acaba de lograr con su amigo, se prepara para actuar, también en suelo azucarero, en el Campeonato Nacional, donde espera seguir inspirando con su talento entre las nubes.