Tanto la Dimayor como la Difútbol han mostrado su solidaridad con Jesurún, quien ha mantenido silencio públicamente. A través de un comunicado de la FCF, Jesurún intentó justificar su comportamiento manifestando que fue impulsado por impulsado por su “instinto paternal”, aunque sin proporcionar detalles contundentes. Esta no es la primera vez que su renuncia es solicitada. Anteriormente, fue acusado y sancionado por liderar un cartel de reventa de boletería, lo que resultó en una multa de 16 mil millones de pesos para la Federación. Sin embargo, a pesar de la gravedad de la acusación, Jesurún logró mantenerse en su puesto.
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Aspectos legales vs. consideraciones éticas
Legalmente, Jesurún no tiene impedimentos para continuar en su cargo. Tras pagar su fianza en Estados Unidos y considerando que en Colombia no tiene ningún caso penal abierto, ya que la sanción de la Superintendencia por la reventa de boleterías fue administrativa y no judicial, puede seguir al frente de la FCF. Sin embargo, desde una perspectiva ética, muchos consideran que su permanencia es inapropiada. El exjugador de la Selección Colombia, Harold Lozano, mencionó la dificultad de que Jesurún renuncie debido a los intereses comerciales y políticos en juego. Lozano recordó el caso de Hernán Darío “El Bolillo” Gómez, quien tuvo que renunciar como entrenador de la Selección en 2011 tras un escándalo, y con la presión del entonces presidente Juan Manuel Santos, quien dijo que la renuncia debería ser aceptada.
Muchos exfutbolistas y directivos consultados por este diario prefirieron no opinar sobre el tema, manteniendo un silencio prudente. Mientras tanto, Jesurún deberá presentarse periódicamente ante un juzgado en Estados Unidos, aunque puede hacerlo a través de videoconferencias (Zoom).
¿Habrá otras sanciones?
Resta por ver si la Conmebol o la misma FCF tomarán alguna acción disciplinaria en su contra. El código disciplinario de la Federación establece que sus miembros pueden ser sancionados por conductas inapropiadas, con posibles sanciones que van desde advertencias hasta la destitución del cargo.
El artículo 14 del código disciplinario de la FCF indica que “serán responsables todas las personas que concurran en la realización de una conducta prevista como infracción deportiva bien como autores materiales, determinadores o cómplices”. El artículo 15 detalla que las sanciones pueden comenzar con advertencias y multas, pero en casos graves, pueden terminar en suspensión del cargo o pérdida de la licencia. Además, el artículo 98 se refiere a la incitación a la hostilidad o a la violencia, aplicable en este caso a Jesurún.
“En casos graves, especialmente si la incitación se realiza a través de medios de comunicación de masas (como prensa, radio o televisión) o durante el día del partido en el estadio o sus inmediaciones, la cuantía de la multa será como mínimo de setenta (70) a (100) salarios mínimos legales mensuales vigentes al momento de la infracción”, según el reglamento.
Futuro incierto
La permanencia de Ramón Jesurún al frente de la Federación Colombiana de Fútbol sigue siendo un tema de debate y controversia. A pesar del apoyo de algunos sectores, la opinión pública y varias voces dentro del fútbol colombiano consideran que su salida es necesaria para mantener la integridad de la institución. La decisión final dependerá de cómo evolucione su caso en Estados Unidos y de las posibles acciones disciplinarias que tome la FCF.
El desenlace de este escándalo está por verse, pero lo claro es que la imagen de la Federación ha sido afectada y la confianza en sus líderes está en entredicho. ¿Será este el momento en que Jesurún finalmente ceda a la presión y renuncie, o seguirá desafiando las críticas y manteniéndose en su cargo? Amanecerá y veremos.