En una temporada cargada de emociones, Marino Hinestroza ha brillado como una de las figuras más destacadas de Atlético Nacional. Su capacidad para desbordar, su velocidad fulgurante y una gambeta cargada de picardía lo han convertido en ese jugador que roba suspiros en las tribunas y llena de ilusión a la hinchada verde. Cada vez que el balón pasa por sus pies, hay una promesa implícita de espectáculo, y en este semestre, el extremo caleño ha cumplido con creces.
Sin embargo, el camino hacia la final de la Liga Betplay-2 no ha estado exento de obstáculos. Hinestroza no pudo estar presente en el partido de ida contra Deportes Tolima debido a las sanciones impuestas por el Comité Disciplinario de la Dimayor. Aunque la convocatoria del juvenil Simón García a la Selección Colombia le habría permitido al técnico Efraín Juárez utilizarlo, la decisión recayó en habilitar a Jorman Campuzano, quien también había sido sancionado.
A pesar de esta ausencia, Nacional logró salir del primer encuentro con un empate 1-1, dejando todo listo para definirse en casa. Ahora, para el duelo definitivo en el estadio Atanasio Girardot, las noticias no podrían ser mejores: Marino Hinestroza estará disponible gracias a la apelación del club al artículo 42, que suspendió temporalmente su sanción.
Con el aval para jugar, Hinestroza se perfila como una de las principales armas de Efraín Juárez en la gran final. Su ausencia en el juego de ida podría convertirse en una ventaja estratégica, pues llegará fresco y con toda su energía enfocada en ser el desequilibrio constante que Nacional necesita para levantar el título.
El extremo caleño tiene todas las condiciones para convertirse en el “as bajo la manga”. Su habilidad para romper líneas defensivas y crear peligro en cada acción ofensiva será un desafío monumental para la defensa tolimense, que deberá lidiar con un jugador que combina técnica, potencia y, sobre todo, una mentalidad ganadora.
El apoyo del Atanasio Girardot, que estará repleto de hinchas verdolagas, será un ingrediente adicional en la receta para el éxito. La confianza del cuerpo técnico en jugadores como Marino Hinestroza y Jorman Campuzano, habilitados para este crucial encuentro, refleja la profundidad y calidad de un plantel que ha sabido responder en momentos de alta exigencia.
Este domingo, Atlético Nacional no solo jugará por un trofeo más; jugará por consolidar un semestre en el que la magia de futbolistas como Hinestroza ha devuelto el brillo y la emoción a su fútbol. La final está servida, y Marino, con su gambeta y su chispa puede tener la última palabra.
