Atlético Nacional no quiere dejar cabos sueltos en este segundo semestre de 2025, en el que disputará tres frentes de alto calibre: la Liga Betplay, la Copa Betplay y los octavos de final de la Copa Libertadores frente al Sao Paulo. Consciente de la magnitud de los desafíos, la directiva verdolaga sigue trabajando contrarreloj para reforzar el equipo de Javier Gandolfi, quien ya habría identificado dos posiciones clave: un volante creativo que alterne con Edwin Cardona y un extremo desequilibrante que aporte vértigo y gol.
En ese contexto, el nombre del argentino Aarón Molinas ha comenzado a sonar con fuerza. El talentoso mediocampista, de 24 años y actualmente en Defensa y Justicia, ha sido objeto de sondeos realizados por el club verde, que habría iniciado averiguaciones formales por el jugador.
Molinas, que se formó en las divisiones inferiores de River Plate y Boca Juniors, debutó en la Primera División argentina en julio de 2021 bajo la dirección técnica de Miguel Ángel Russo. En su paso por el Xeneize sumó más de 30 apariciones, repartió cuatro asistencias y levantó dos títulos: la Copa Argentina 2019-2020 (entregada en diciembre de 2021) y la Copa de la Liga Profesional 2022. Su talento como enganche lo consolidó en el fútbol argentino, aunque también se desempeñó en otras zonas del campo como lateral derecho o volante mixto.
Su perfil se ajusta a lo que busca Gandolfi: un mediocampista con visión, capacidad para asociarse en corto, habilitar desde la media distancia y asumir el peso creativo cuando Cardona no esté en cancha.
Pero Nacional no se detiene ahí. En paralelo, avanzan las gestiones para cerrar la llegada de Edwin Mosquera, extremo de 24 años con presente en el Atlanta United de la Major League Soccer (MLS). El futbolista antioqueño ya tuvo conversaciones con los directivos del club y estaría muy cerca de alcanzar un acuerdo definitivo.
Mosquera debutó profesionalmente con Independiente Medellín en 2018, y desde entonces ha recorrido un camino internacional con pasos por Juventude (Brasil), Aldosivi (Argentina), Defensa y Justicia (Argentina) y su actual club en Estados Unidos. Su velocidad, capacidad para encarar en el uno contra uno y desequilibrio por banda lo convierten en una carta muy valiosa para un Nacional que necesita profundidad y amplitud en ataque.
La llegada de Mosquera fortalecería una zona en la que el verdolaga ha sufrido irregularidad, y su juventud sumada a su experiencia internacional podrían ser claves para un semestre de alto voltaje.
Por otro lado, Nacional también comienza a despejar su plantilla con algunas salidas ya definidas. El volante Juan Pablo Torres fue cedido al Deportes Tolima sin opción de compra, Fáber Gil se marchó al Atlético Bucaramanga, Kevin Parra jugará en La Equidad, y el defensor Felipe Aguirre fue cedido al Atlético Paranaense de Brasil.
El club se mueve con inteligencia: mientras depura la plantilla, afina los refuerzos de calidad. La afición espera con ilusión que estos nombres se traduzcan en un equipo competitivo y capaz de soñar en grande, especialmente en la Copa Libertadores.
