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A Dorlan Pabón, Stefan Medina y Gustavo Cuéllar, quienes se encuentran en Catar para debutar mañana en el Mundial de Clubes, los hermana un espíritu de revancha en este torneo.
Para los antioqueños Dorlan y Stefan, figuras de Monterrey, está la presión de ayudar a conducir a su onceno a la final y así acabar con el estigma de los clubes mexicanos, que a pesar de estar presentes en 14 de las 15 ediciones que se han disputado del certamen, jamás han podido estar a la altura de las expectativas de la afición y la prensa de dicho país. Sus mejores presentaciones se resumen en tres terceros lugares.
Esta es la cuarta ocasión que Monterrey disputa el torneo y alcanzar la final sería la consagración para la posteridad del club, pues en México le dan suma importancia como referente de qué tanto han crecido como Liga.
Rayados enfrenta mañana a las 12:30 a.m. a Al Sadd, equipo que dirige el histórico exjugador del Barcelona Xavi Hernández, quien le ha dado su sello característico del “tiki-taka”, al elenco catarí.
“Sufro si mi equipo no tiene el balón. Ya me pasaba como jugador. Lo que quiero como entrenador es que mi elenco tenga el dominio en el juego, y entiendo que dominas cuando tienes el balón. Así me he criado tanto en el Barça como en la selección”, explicaba Xavi en entrevista a Fifa.
El ganador se medirá el miércoles a Liverpool en la semifinal.
En busca del reencuentro
El otro duelo de mañana en cuartos será entre Al Hilal, de Gustavo Cuéllar, y el Es Tunis, de África (9:00 a.m.). Para Cuéllar, esta cita no podría tener más alicientes emocionales, pues de vencer chocarán el martes ante Flamengo, el conjunto al que ayudó a llevar hacia instancias decisivas en Copa Libertadores pero del cual se marchó a mitad de la campaña deslumbrado por la oferta económica del cuadro árabe.
El volante de 27 años podría reencontrarse con sus excompañeros, incluso con los aficionados del Fla, que abiertamente lo criticaron por dejar al club a mitad del curso.
Será su oportunidad de demostrar que, además del beneficio económico, en Al Hilal también puede aspirar al éxito deportivo.
“En la vida tenemos que tomar decisiones y eso hice. No me arrepiento del camino que tomé al salir de Flamengo... Me alegraría mucho encontrarme con mis compañeros y darles un abrazo. Hubo muchas personas que me ayudaron mucho allí, así que sería muy bonito encontrarnos en las semifinales y que allí gane el mejor”, aseguró a Globoesporte.
Berrío no olvida el 2016
Precisamente en Flamengo, Orlando Berrío se frota las manos a la espera de “sacarse la espina” del accidentado Mundial de Clubes en 2016, cuando el Kashima japonés se interpuso en el camino de él y Nacional, en semifinales.
“Revancha sí es porque no pude conseguir el Mundial de Clubes. Es una espinita que tengo clavada como en su momento la tuve con River y me la quité en esta final”, dijo el cartagenero en referencia a la reciente definición de Libertadores, en la que vencieron a River, verdugo de los verdolagas antioqueños en la final de Sudamericana 2014, cuando Berrío marcó un gol que no alcanzó para la consagración.