Cuando se le preguntó a Faustino Asprilla quiénes eran los tres mejores futbolistas en la historia de Colombia, de inmediato hizo una reflexión para tratar de darle una mirada diferente a un debate que será eterno.
“Hay que explicar que la historia del fútbol colombiano es grande y extensa”, expresó el Tino, añadiendo además que, dependiendo de la época, quizá había que elegir a los más destacados de ese momento.
De hecho, con la espontaneidad que lo caracteriza, aseguró que Willington Ortiz, entre los años 70 y 80, fue referente en Colombia, mientras que Carlos “Pibe” Valderrama, Freddy Rincón, René Higuita y él mismo lideraron la generación de la década posterior, no sin antes agregar que Falcao, David Ospina y James Rodríguez comandan esa lista de grandes jugadores que han brillado en los últimos años para nuestro país.
Lo que sí es cierto es que el Tino, ahora panelista en un programa deportivo en el canal Espn, dejó huella para el fútbol nacional, tanto que cuando jugaba en el Parma de Italia (1992-1999) hacía madrugar a los colombianos para verlo, así fuera a blanco y negro debido a la televisión de ese entonces, y disfrutar de sus gambetas, amagues, veloces zancadas y exquisitas definiciones con el balón.
También fue héroe en Newcastle (1995-1998), sobre todo al marcarle tres goles al Barcelona en el debut del cuadro inglés en la Champions League, en 1997. “Desde el primer minuto le demostré al Barcelona que yo ese día estaba para grandes cosas”, dijo en entrevista con la Uefa.
El delantero también estuvo con Colombia en dos Mundiales (1994 y 1998). Con la Tricolor anotó 20 tantos en 57 juegos; con Parma convirtió 43 goles en los 150 partidos y reveló, recientemente, que su transferencia, para ese entonces, tuvo un valor de 7,5 millones de dólares.
“En el mejor momento de mi vida es cuando mi mamá se muere. Y muchos problemas que tuve, la gente nunca entendió, yo quedé a mis 23 años como un ‘zombie’, desubicado, no sabía qué hacer con mi vida”, reflexiono el exgoleador hace varios años.
Este viernes 10 de noviembre, Faustino Hernán Asprilla Hinestroza, como lo bautizaron sus padres Diego y Marcela, está cumpliendo su aniversario 54, luego de nacer en 1969 en Tuluá, Valle del Cauca.
Por el gran fútbol que mostró en cada club representó, así como por sus anécdotas, la gran mayoría llenas de humor, más allá del peligro que llegó a correr, Fausto, como le dicen sus amigos de cariño, sigue siendo recordado, más allá de despedirse del balompié el 4 de julio de 2009, cuando en un partido con sus mejores amigos y ante Atlético Nacional, en el Atanasio, llegó al escenario en una limusina blanca y con esmoquin. Claro está que mucho antes, en 2004, había dejado de ser jugador activo, cuando terminó su carrera en Estudiantes de La Plata (Argentina).
El Tino inició su carrera profesional en Cúcuta (1988), y pasó por los siguientes clubes: Atlético Nacional, Parma, Newcastle, Palmeiras, Atlante, Universidad de Chile, Cortuluá y Estudiantes.
Por su recorrido y vivencias, algunas que sobrepasaron el escándalo, la historia de Faustino ha sido contada en la televisión y ahora, recientemente, en el canal RCN, se viene transmitiendo una miniserie, de ocho capítulos, en la que él mismo habla de su vida personal y deportiva, llamada “No nací para perder”.
En una de sus confesiones indicó que, a sus 20 años y cuando jugaba en Atlético Nacional, tenían prohibido que los futbolistas andaran en moto, pero desobedeció y compró una. Ante esto, Pablo Escobar, jefe del cartel de Medellín, buscando que los equipos paisas tuvieran buenas presentaciones, se dio cuenta que Asprilla paseaba en la moto y mandó a robarla. El Tino se enteró de lo que iba a suceder y le salió al paso a Escobar al esconder el vehículo y enviarlo luego hacia el Valle del Cauca, donde después se lo regaló a su hermano.
“Hoy en día dice, ‘marica, yo estaba loco, ese man pudo haberme mandado a matar’”, comentó el director de la serie de RCN, Alejandro Callejas.
“Siempre es lindo que le hagan a uno homenajes en vida. Es lo mejor para el personaje, ya que uno puede corroborar lo que pasó, porque a lo largo de mi carrera hubo muchas cosas distorsionadas, se dijeron cosas que no pasaron, otras que sí y otras que la gente no tiene ni idea de que sucedieron. Lo bueno de esto es que voy a contar todo lo que viví hasta el día de hoy”, le contó Tino a El Colombiano sobre lo que lo motivó a compartir su vida en la televisión.
Por lo pronto, el Tino, amante de los caballos, que en 2016 sacó su línea de condones a nivel nacional y quien en su momento se convirtió en símbolo sexual y posando desnudo pare revistas como Moda (Italia) o SoHo (Colombia) luego de que en 1993 en un partido entre Colombia y Chile se le saliera el pene por la manga de la pantaloneta, sigue captando la atención con sus vivencias fuera del fútbol, pero también por lo que hizo cuando estaba dentro de un terreno de juego. Hoy, a sus 54 años, Asprilla celebra la vida.