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Equipo de Falcao es de un barrio de obreros

El nuevo club del samario, con el que lleva tres goles, representa una comunidad de obreros. Su historia, manera de ver el fútbol y relación con la política.

  • Falcao García ya completa tres goles con la camiseta del Rayo Vallecano. El colombiano, desde su llegada, demostró empatía con los hinchas del equipo que ahora es quinto en España. FOTO GETTY
    Falcao García ya completa tres goles con la camiseta del Rayo Vallecano. El colombiano, desde su llegada, demostró empatía con los hinchas del equipo que ahora es quinto en España. FOTO GETTY

Radamel Falcao García (35 años) sigue inspirado. En su primer partido como titular con el Rayo Vallecano, este domingo, el delantero convirtió su tercer gol.

En el estadio de Vallecas, en la Comunidad de Madrid, el colombiano anotó el segundo tanto de su elenco, que derrotó al 3-1 al Cádiz por la Liga de las Estrellas. Como suplente, y en 33 minutos que había jugado, le convirtió al Getafe y al Athletic Club.

Momento ideal para adentrarnos en las entrañas del nuevo club que disfruta de los goles y del fenómeno mediático que representa el samario.

La primera aparición de Radamel en el fútbol español se dio en 2011 cuando arribó al Atlético de Madrid. Allí se consolidó como el mejor 9 del mundo. Con los rojiblancos ganó una Copa del Rey y una Liga de Europa.

El Tigre abandonó las toldas colchoneras en 2013 para partir al equipo del principado de Mónaco y luego al Manchester United, Chelsea y Galatasaray. Ocho años después regresó a España.

Sentimiento barrial

El Rayo nació el 29 de mayo de 1924 en Vallecas, barrio de obreros ubicado al sur de Madrid. Este equipo no tiene títulos en primera división y, por el contrario, cada temporada lucha por mantener su categoría. Pese a esto, posee historia y una particular manera de vivir el fútbol.

En su palmarés, sus seguidores presumen del 21 de enero de 1996. Ese día se enfrentaron al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Los locales eran dirigidos por Jorge Valdano y contaban en su plantilla con figuras como el chileno Iván Zamorano y Raúl.

Más allá del choque futbolero, la disputa se extendió también a dos maneras de ver y concebir el mundo.

En un costado de la cancha estaban los Merengues, que han sido señalados por recibir el apoyo del dictador Francisco Franco, pues durante su mandato (1939-1975) el equipo tradicional de Madrid consiguió 14 títulos. Al otro lado, el Rayo, club de un sector que ha sido habitado por obreros y que padeció las consecuencias de la guerra civil española.

El partido fue una disputa entre David y Goliat que dejó un marcador de 2-1 a favor del humilde Rayo. En la historia del actual club de Falcao este es su máximo triunfo: “matar a un gigante”. Esa derrota valió para que Valdano abandonara el banquillo merengue. En este choque de discursos el obrero le ganó al millonario.

El profesor de Fútbol y Literatura de la UPB, Juan Carlos Rodas, explica que la adaptación de estas narrativas en los clubes y las hinchadas se dan porque el fútbol está simbolizado por asuntos tan efímeros como la vida misma.

La aficionados del Rayo, por ejemplo, se autodenominan defensores de la clase obrera y se declaran antifascistas.

En la presentación de Falcao había gritos que venían desde la tribuna: “Presa vete ya”, se escuchaba. Quienes arengaban eran los Bukaneros, barra del Rayo. Lo hacían contra la gestión del presidente Martín Presa.

Según ellos, este dirigente va en contra de los valores del club y agregan que se ha abstenido de vender boletas a la gente del barrio.

Para Mauricio Jaramillo, profesor de Estudios Internacionales y Políticos de la Universidad del Rosario, las acciones de estas barras cobran más relevancia en la época de las redes sociales porque gracias a estas logran visibilidad.

Lo cierto es que el equipo al que arribó Falcao está acostumbrado a dar golpes políticos.

Uno de ellos fue en 2015, cuando en su indumentaria incluyó la bandera LGBTI en apoyo a esta comunidad.

En Vallecas también acostumbran a llevar a los jugadores a recorrer el barrio para que conozcan su realidad social.

El Rayo tiene la costumbre de ayudar a sus vecinos con acciones como apoyar los comedores sociales y visitar ancianos.

Pero esta no es la única relación de un equipo de fútbol con una tendencia política.

Para el profesor Jaramillo existe una relación simbiótica entre la política y el deporte porque este “es un instrumento que permite aumentar los niveles de cohesión social.

Juan Pablo Patiño

Cazador de historias. Futbolista frustrado: me tocó gambetear con las palabras.

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