Hay entrenadores que no requieren presentación alguna porque los precede el prestigio internacional, como el maestro Óscar Washington Tabárez, quien tiene récord mundial de 197 partidos dirigiendo a una misma selección absoluta.
Y los hay también como Félix Sánchez, un español de 43 años que llegó a Catar en 2006 en busca de suerte y hoy es el entrenador que cambió el curso del fútbol de ese país.
En Coaches’ Voice, un proyecto periodístico digital que retrata, en primera persona, a los técnicos más famosos y a otros que adelantan sus pequeñas revoluciones sin los focos de la prensa mundial, el español, que enfrentará mañana a Colombia, describe lo que ha sido su cruzada en el país árabe y cómo pasó de no tener recurso humano para trabajar a ser ahora campeón del continente asiático.
“Empecé a trabajar con los jugadores nacidos en 1991, en un centro de formación único en el mundo, con unas instalaciones espectaculares que facilitan todo el desarrollo de los jugadores”, narra el estratega con formación en el Fútbol Club Barcelona, en Coaches’ Voice.
El problema radicó, según cuenta, en que solo encontró en ese primer año 220 jugadores en todo la nación para elegir a una selección sub-16.
A pesar de la falta de talento en cantidad logró ser campeón de Asia sub-19 (2014) y mundialista sub-20 (2015). En 2017 la Federación despide al uruguayo Jorge Fossati y elige a Sánchez para liderar el combinado mayor.
En marzo de 2018 llegó el “punto de inflexión”. Vencieron 2-3 a Irak, de visitantes, ante 75.000 aficionados. Luego, en otros amistosos, superaron a Ecuador, Suiza e igualaron ante Islandia. “Eso nos creaba una duda: ¿Seríamos capaces de competir a ese nivel en partidos oficiales? La Copa Asia nos daría la respuesta”, rememora.
Tras dejar en el camino a Irak, Corea del Sur y Emiratos Árabes, venció en la final a Japón, que nunca había perdido una definición por el título.
En diciembre de 2017 el elenco catarí había quedado fuera de la lucha por la clasificación a Rusia y pese a tener una propuesta de juego interesante perdió en primera ronda en la Copa del Golfo Pérsico, evento de culto en esa región.
Pero catorce meses después, el 1º de febrero pasado, conquistó el máximo torneo asiático con 7 triunfos en 7 juegos; 18 goles a favor y uno en contra.
“No debemos pensar que hemos llegado a la meta. Solo ha sido un paso más para llegar preparados al Mundial”.
