Colombia ya lo hizo en otras épocas, y las últimas polémicas y escándalos, abren de nuevo una discusión que tiene voces a favor y en contra.
El arbitraje colombiano atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia por la grave crisis que atraviesa. En lo corrido de este año se han presentado numerosas polémicas arbitrales que han generado indignación entre la afición, los clubes y los medios de comunicación, poniendo en tela de juicio la transparencia y la justicia del balompié colombiano.
Los errores arbitrales recurrentes se han visto en los partidos de la Liga Betplay y el Torneo Betplay. Estos errores, algunos de ellos muy evidentes, han tenido un impacto directo en los resultados de los encuentros, generando suspicacias y sembrando la duda sobre la imparcialidad de los árbitros.
La situación ha llegado a tal punto que la confianza en el arbitraje colombiano se ha venido abajo, lo que ha generado un ambiente de tensión y hostilidad en los estadios. Los clubes, por su parte, se sienten perjudicados por las decisiones arbitrales y han expresado su preocupación por la situación.
Ya en otros artículos que ha publicado EL COLOMBIANO hemos hablado de las causas de esta crisis y concluido, gracias a las opiniones de expertos, que hay factores recurrentes como la falta de preparación y capacitación de los árbitros, la presión de los equipos y las apuestas ilegales.
Entre las posibles soluciones se ha hablado de la profesionalización, pero la Federación y la Dimayor no han tomado cartas en el asunto. También, de mejorar la preparación y capacitación de los árbitros, implementar el VAR en todas las categorías del fútbol colombiano, aumentar los salarios de los árbitros, luchar contra la corrupción y las apuestas ilegales.
¿Debe salir Imer Machado?
Otra de las soluciones que se ha planteado es la salida Imer Machado del cargo de director de la Comisión Arbitral de la Federación Colombiana de Fútbol, y recurrir a otros árbitros o exárbitros para que asuman ese rol como Wílmar Roldán, quien se tendría que retirar del arbitraje activo para ejercerlo, o también Hernando Buitrago, pero este trabaja con Conmebol, situación similar a la de Óscar Julián Ruiz, quien es instructor Fifa. Sin embargo, este último defiende el gremio de jueces colombianos. “En cada partido los árbitros entregan todo de sí, siempre habrá polémicas y se hablará del nivel del arbitraje. Es imposible no estar en el ojo del huracán en un deporte que mueve pasiones”.
Óscar Alexis Gutiérrez, exárbitro Fifa e instructor, cree que el cambio de Imer Machado no va a generar un impacto en en el desempeño de los árbitros. “El tema es la estructura de arbitraje en Colombia. Para mí el trabajo que han realizado la Comisión Técnica Árbitral y la Federación ha tenido un desempeño muy importante en la formación de los árbitros. Históricamente nunca antes se había visto un nivel de formación arbitral e inversión como ahora, creo que estamos en una transición que genera dificultades”.
El presidente del Independiente Medellín, Daniel Ossa Giraldo, ha reiterado que se necesitan medidas urgentes y drásticas para implementar reformas que mejoren la calidad del arbitraje nacional. Con él coinciden otros presidentes de clubes del fútbol colombiano.
¿Árbitros extranjeros son la solución?
Han sido tantas las polémicas de los últimos meses que, incluso, se ha llegado a pensar nuevamente en la presencia de árbitros extranjeros para garantizar la imparcialidad y el nivel de los partidos. Ya en Colombia se hizo desde la década de los 40 y de manera intermitente hasta el 2007.
El director de Acolfutpro, Carlos González Puche, dice que los árbitros extranjeros podrían tener un mayor nivel de experiencia y preparación.
“Su presencia podría generar mayor confianza en el sistema arbitral, tanto en los equipos como en la afición”.
Sin embargo, ni la Federación ni la Dimayor contemplarían esa opción porque, según Fernando Jaramillo, la contratación de árbitros extranjeros implica un costo adicional para la Federación y la Dimayor. El directivo también argumentó que esto limitaría las oportunidades de desarrollo para los árbitros colombianos.
Lo claro es que hay que encontrar soluciones para un tema que se está saliendo de las manos.
