Si no fuera por el vendaje que Primoz Roglic (Jumbo-Visma) lleva en su brazo izquierdo, muchos, al ver su nivel, ni se acordarían de la reciente caída que sufrió en el Dauphiné y que lo obligó a retirarse de la competencia cuando era líder.
Aunque físicamente no está totalmente recuperado, la fortaleza de sus piernas delatan que va por buen camino.
Ayer, en la cuarta etapa del Tour de Francia, que tuvo su final en alto en Orcières-Merlette, donde hubo sprint entre escaladores, el esloveno cruzó primero por la línea de meta y, debido a la bonificación de 10 segundos, empezó a sacarle tiempo a sus mayores oponentes. Lo escoltaron su compatriota Tadej Pogacar (UAE), segundo, y el local Guillaume Martin (Cofidis). Nairo Quintana (Arkéa) arribó cuarto.
Por ahora, el líder sigue siendo, por tercer día seguido, el local Julian Alaphilippe (Deceuninck), mientras que los colombianos Egan Bernal (Ineos), último campeón, Nairo Quintana (Arkéa), Miguel Ángel López (Astana) y Rigoberto Urán (EF) se mantienen en la pelea.
Vicente Belda, exciclista y director deportivo español y quien descubrió a Quintana en 2008, manifiesta que la cima de Orcières-Merlette no dejó damnificados a los aspirantes al título, aunque sí permitió evidenciar falencias en los coequiperos de algunos.
“Los favoritos llegaron frescos a la subida, la cual se hizo a mucha velocidad. Ese ascenso no daba para más porque no tenía la suficiente dureza. En sí la etapa fue más bien fácil, no para ganar, más bien para no perder”.
Pero Belda resalta otros detalles. El directivo comenta que Ineos, ganador de siete tours en la última década, no es el mismo de años atrás.
“Le pasa como cuando estás en un cuartel, que llaman a formación pero en la revisión encuentras que estás mal alineado. Antes, este escuadrón no dejaba nada al azar, marcaba el paso, ya es muy diferente. También se nota que hay gente que se encuentra muy sola cuando se encara la montaña, como López, Nairo, Mikel Landa, Tadej Pogacar, Julian Alaphilippe...”.
Recuerda que lo hecho ayer por Roglic no es nada nuevo. “Ya había demostrado en el Dauphiné que en llegadas así tiene más potencia que sus rivales. Eso no quiere decir que en la alta montaña pueda hacer la diferencia. Allí, corredores como Bernal y el mismo Nairo pueden sacar ventajas”.
Ante el control que viene ejerciendo el Jumbo, con corredores como Tom Dumoulin, Wout van Aert o Sepp Kuss, Belda comenta que los demás candidatos tienen que correr con inteligencia.
“No se pueden desesperar. Este Tour apenas comienza y siguen todos a tiro. Deben seguir a la rueda de elencos como Jumbo o Ineos y aprovechar luego cualquier oportunidad que les den”.
Belda resalta el buen andar de Nairo y “Supermán” López. “Mire que llegaron en los primeros puestos. Hasta López, de no ser porque casi se pega contra las vallas, intentó luchar por la victoria, se les ve en buena forma”.
A la vez manifiesta que la climatología jugará un papel determinante para conocer el vencedor del Tour.
“Esta es una edición distinta. Por esta época de septiembre vamos a ver un Tour de lluvia, frío... Hasta las jornadas planas pueden ser sumamente peligrosas por el tema del viento. En una fracción de estas, quizá puedes perder, cuando menos se esperaba, una cantidad de minutos”.
La quinta etapa de hoy presenta un perfil llano, ideal para los embaladores. Los hombres a disputar la prueba, entre tanto, podrán tomarse las cosas con calma tras el esfuerzo de ayer y debido al desgaste que les espera este jueves rumbo a Mont Aigoual, final que tiende a ser en subida.
Por segunda vez en su historial -la primera fue en 1987- el pelotón del Tour subirá a esta cumbre del Macizo Central. ¿Atacarán ese día a Roglic desde lejos ? Por ahora, el esloveno lidera el pulso con sus contrincantes en los metros finales .