Estar siempre entre los líderes, figurar en las etapas, imponer el ritmo de la competencia y sobre todo, llegar al podio, es el objetivo de un ciclista.
En el Clásico RCN-2019 no es la excepción y más este año en el que el trazado, según los técnicos y pedalistas, no muestra un claro favorito al título y todos tienen las mismas opciones de triunfar.
Entonces, en una competencia tan abierta, ¿qué se debe hacer para ganar?
Rafael Antonio Niño, una de las viejas glorias de este deporte, vencedor en cinco oportunidades del “Duelo de titanes” (1971, 1975, 1977, 1978 y 1979) y que ahora se dedica a dirigir al equipo Ebsa, señala que, para adjudicarse el título de esta prueba, se necesita “una buena preparación, carisma, respaldo y estrategia”.
Didier Chaparro, corredor del Orgullo Paisa y que el año pasado se ubicó en el tercer cajón del podio con el equipo Supergiros, sustenta el primer punto señalado por Niño, al explicar que de la preparación de la carrera depende, en gran medida, el rendimiento durante el Clásico.
“Nosotros conocemos el recorrido con uno o dos meses de antelación, esto nos ayuda a saber sobre qué terreno se va a correr y a partir de eso se planean los entrenamientos”, dice el ciclista.
El técnico del Ebsa hace énfasis en el ciclista debe “ser lo más honesto consigo mismo para no exigirse más o menos de lo que puede, tiene que cuidarse de lesiones, alimentarse y dormir bien”.
Raúl Mesa, director deportivo del EPM-Scott, destaca que, para ganar, el corredor que sea elegido como el líder debe afecto entre sus compañeros, pues finalmente, ellos trabajarán para él.
“El líder, o quien termine perfilándose como el corredor más fuerte etapa tras etapa, tiene que ser un ciclista que cuente con el aprecio de gregarios, puede sonar algo muy simple, pero es la clave. El líder tiene que tener el carisma suficiente para empujar a sus amigos, si no, por más que se tenga condiciones o una buena estrategia, pero todos van por su lado, no funcionará”, afirma Mesa.
Según Niño cada grupo debe estar compuesto, si hablamos de una escuadra de 10 ciclistas, “de 6 que vayan bien en montaña, un gregario que arrastre al jefe hasta 5 o 6 kilómetros de meta, y tres pedalistas que sean fuertes en el terreno llano y el embalaje”.
Aunque, agrega Niño, para este Clásico la fórmula varía, pues la poca montaña hace que los velocistas o quienes se defiendan en el llano cobren especial protagonismo.
Los corredores, de los 183 que se encuentran en acción, que reúnan estas condiciones dictarán sentencia el 29 de septiembre en Cali.