El ciclismo parece haber dado un giro de 180 grados. Antes, y por décadas, una idea prevaleció dentro de este deporte: mientras más edad, mayor madurez deportiva, mejor pedalista y gratos resultados. Pero en el pasado reciente, esa percepción se desvaneció a gran velocidad.
Ahora son los corredores jóvenes los que dominan esta especialidad en el ámbito mundial, mientras que los veteranos se las arreglan para seguir su fuerte ritmo.
En 2018, cuando Egan Bernal empezaba a dar señales de su grandeza, causó debate el anuncio de su equipo Ineos –antes Sky– de incluirlo en la lista oficial que correría el Tour de Francia. Apenas tenía 21 años, y desafiaría, por primera vez, una carrera de tres semanas. ¿Acierto o error que asumiera semejante reto siendo tan joven?
Jorge Ovidio González, dirigente deportivo y especialista en ciclismo, decía en ese momento que el Tour es diferente a las otras competencias, mucho más difícil, y quienes lo encaran se preparan mental y físicamente casi un año. “Cuando a un ciclista tan joven le adelantan su chispa, le apuran el proceso de desarrollo, puede llevar a que se demore más en ser un gran campeón. Sería bueno que lo dejaran madurar por lo menos dos años más para que adquiera experiencia, sume kilómetros, seguridad, manejo”.
González añadió que era bueno darle más tiempo de aprendizaje a Bernal, pues por las condiciones que mostraba, lo veía como el nuevo Eddy Merckx, quien ganó su primer Tour (obtuvo 5) a los 25.
Finalmente, Bernal resultó siendo en esa edición el salvador de su equipo para que Geraint Thomas quedara campeón y Chris Froome lograra el tercer lugar de la prueba.
Una temporada después, con 22 años y 196 días, Egan se convirtió en el tercer pedalista más joven en conquistar la carrera; mientras que en 2021 confirmó su condición de superdotado al vencer en el Giro de Italia.
Chispa, hasta cuándo
Pero las palabras de Jorge Ovidio también llaman a la reflexión. Si a un corredor joven le adelantan la chispa, ¿será que en un futuro lejano podrá rendir igual o mejor como lo hacen quienes tienen más de 32 años, como Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Thomas o Alejandro Valverde?
Además de Egan, hay una lista considerable de jóvenes que vienen marcando la pauta últimamente en el pedalismo.
Esta la lidera el esloveno Tadej Pogacar, de 23 años y quien ya conquistó dos títulos del Tour francés y en la presente temporada acaba de ser subcampeón en la prestigiosa carrera, ganada por un corredor que nació dos años antes que él, Jonas Vingegaard. También sobresale el belga Remco Evenepoel, de 22 y actual líder de la Vuelta a España.
En el último Tour, en charla con el diario Marca, Urán, subcampeón del certamen en 2017, se mostró expectante sobre el rendimiento de estos jóvenes en los próximos años. En sí, no sabe si puedan aguantar tanto tiempo a ese buen nivel.
“No lo sé. Creo que ahí estará el debate, ver hasta dónde pueden llegar. No creo que lleguen a ese nivel hasta los 35 que tengo yo o 42 años de Valverde. Pero que aprovechen para ganar todo lo que puedan”, señaló Urán, al agregar que en el Tour el ritmo fue tan durísimo que se vivieron varias carreras en una: “Por un lado estaban Vingegaard y Pogacar, que iban a otra marcha. Y el resto, en otra”.
Pero, ¿por qué los de menor edad están ahora un escalón adelante que los ciclistas más veteranos?
Existe un nuevo método de entrenamiento
Para el ciclista Sergio Andrés Higuita (Bora), que el 1° de agosto cumplió 25 años, el método de entrenamiento es ahora más medido. “El ciclismo ha cambiado demasiado. Todo es más medido, antes ibas a una carrera a coger ritmo, ahora no necesitas ni correr. Si te entrenas bien adquieres un rendimiento alto de cara a las competencias”, comenta Higuita, que tampoco sabe cuánto pueda durar su carrera deportiva al saber al ritmo que viene rodando.
“Los jóvenes estamos yendo de una forma apresurada. Mira lo que pasó con Alberto Contador –se retiró a los 34 años–. Corrió demasiado estando joven y también se fue rápido”.
Las ganas y oportunidades para ganar
El exciclista antioqueño Luis Felipe Laverde, que corrió siete Giros de Italia, se sorprende que, sin mucho recorrido y experiencia, estos muchachos ya son ganadores. “Poseen carácter, ganas y unas condiciones admirables para triunfar, además no tienen miedo, son de mentalidad fuerte. También cuentan con la confianza de sus equipos para asumir, deportivamente, liderazgo en las principales carreras”.
Laverde recuerda que en su época le decían que su madurez deportiva era a los 28 años. “Ahora, a esa edad, la mayoría de estos muchachos hizo todo lo que iba a hacer. No veo a un Pogacar a los 34 años arrasando en un Tour. Se llega a un punto en el que se alcanza el tope y, a partir de ahí, se va es para atrás. Y más, a este nivel de competencia, en el que el cuerpo tiene un nivel limitado de rendimiento”.
Y agrega que anteriormente en una prueba se empezaba de menos a más. “En la primera semana de carrera se iba tranquilo, luego se aceleraba el paso. Ahora es sin Dios y sin ley, es un frenesí, y a esa aceleración no hay cuerpo que aguante tantos años”.
Tecnología a favor y seguimiento
Luis Fernando Saldarriaga, entrenador y quien ayudó a ciclistas como Nairo, Esteban Chaves e Higuita en su formación deportiva, comenta que, pese a la experiencia acumulada y los triunfos obtenidos, los grandes equipos entraron en la pelea por fichar corredores jóvenes y talentosos porque aseguraban en ellos proyectos ganadores a largo plazo.
“Como ahora hay muy buena tecnología se pueden hacer estudios para conocer el potencial de los jóvenes. Un deportista tiene la posibilidad, desde los 14 años, de contar con un potenciómetro para poderse medir, así como tener mucha gente detrás de ellos, como preparador físico, nutricionista, médico, sicólogo... No es como anteriormente que a los 20 o 22 años apenas les ponían cuidado”, contó Saldarriaga, al agregar que desde los mundiales juveniles los equipos de ciclismo tienen su línea de cazadores de talentos para reclutarlos, acercarlos y hacerles los respectivos exámenes, sin esperar que el pedalista llegue a los 23 de edad para interactuar con él.
“También ha marcado la diferencia que ya se pueden obtener perfiles de corredores más orientados; es decir, en qué modalidad son más fuertes, y especializarlos, de una vez, en esa fase de rendimiento para sacar generaciones precoces, en la que se ve normal que desde los 20 años un pedalista pueda pelear una etapa o luchar por un título en una gran vuelta”.
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años y 365 días, edad con la que Pogacar ganó su primer Tour. El tercer corredor más joven de la historia en ganarlo.
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