De la ilusión y alegría, a la impotencia e incertidumbre.
Estos estados de ánimo se apoderaron del ciclismo colombiano de la noche a la mañana debido a la crisis por el coronavirus, la cual ya cobró la “vida” de dos equipos de ruta: el Team Onion, de Antioquia, y el Ebsa, de Boyacá.
Ambos, por el tema presupuestal, se resignaron a frenar su existencia esta temporada, mientras que algunos elencos ya empiezan a anunciar rebaja en los sueldos de sus integrantes, como el Supergiros-Alcaldía de Manizales y el Sundark Arawak, y otros, apoyados por los entes gubernamentales, como el Orgullo Paisa, se preocupan por lo que pueda suceder más adelante.
El pasado 9 de marzo nació oficialmente el Team Onion, de categoría sub-23 y bajo la dirección técnica del expedalista Óscar de J. Vargas, tercero en la Vuelta a España de 1989.
En la presentación oficial, su gerente general, María Barrera, expresaba: “Este será un gran reto, que se asume con ilusión. Contar con el apoyo de los patrocinadores para ayudar a estos chicos es algo que llena de entusiasmo”.
Tres días después, en la Clásica de Rionegro, este elenco firmó un debut soñado tras los dos triunfos de etapa de Luis Carlos Chía. Luego, a los 20 días, les llegó una pésima noticia: la no continuidad de la escuadra, como lo recordó ayer el entrenador Óscar de J.
“A fin de mes, y con el abogado, se estaban finiquitando los contratos. Cuando el patrocinador te dice que no puede seguir, no hay nada que hacer. Uno entiende esta situación y no hay manera de refutarla, pero en realidad sí hay tristeza porque, por lo menos, 20 familias quedan a la deriva. Imagínese, son 15 ciclistas, dos directores técnicos, dos masajistas, dos mecánicos, un comunicador, en fin, la realidad es dura”.
Y en el tema deportivo, Vargas va más allá. “Los sueños de todos estos juveniles se ven truncados. A esa edad se anhela estar en una estructura que los forme y lleve por el camino que es, que les permita salir adelante en un deporte que es costoso, ya que los papás ya están estallados de darles lo necesario para que no se rindan con sus metas. Entonces, cuando están encarrilados y dependiendo de ellos mismos para escalar alto y llegar a Europa, es muy difícil soportar semejante golpe”.
Vargas dice que así la temporada en el país se reactive en junio, el grupo de ellos pasará el resto de meses en blanco. “No podemos ir a ninguna competencia porque ya no tenemos patrocinador. Desde ese punto de vista es doloroso porque un montón de corredores va a quedar en el aire”.
Con la fe intacta
Danny Osorio, jefe de filas del Orgullo Paisa, espera que estos momentos difíciles acaben rápido. “Hasta teníamos planeado correr en Europa y se nos dañó todo. Dios quiera que nuestro equipo no se acabe. A nosotros nos puede ayudar un poco que nos respalda la Gobernación, pero quizá no vaya a tener el mismo presupuesto y en ese caso llega la zozobra porque podrían recortar personal”.
Jesús Piedrahíta, gerente del Supergiros-Alcaldía de Manizales, habló ayer del presente de la escuadra. “Los patrocinadores suspendieron el apoyo hasta que se normalice todo. Ante esto, decidimos hacer unos pagos de una quincena, durante abril y mayo, mediante unos préstamos que hicimos Jhon Jairo Montoya -manager- y yo para que se aliviane el problema de los deportistas y no dejar a sus familias en el limbo”.
El equipo de Manizales está conformado por 22 personas, 16 de ellos pedalistas. “Esto lo hicimos mientras se dé una esperanza de solucionar el tema, pero si no, nos veremos obligados a tomar otras medidas porque no tenemos recursos”, agregó Piedrahíta, quien hizo un llamado al Gobierno y a la Federación Colombiana de Ciclismo para que busquen unos alivios y así los distintos conjuntos puedan subsistir.
Recuerda que los ciclistas del calendario nacional no tienen un sueldo ni un contrato tan honoroso como el de los pedalistas del WorldTour. “En su mayoría los corredores se ganan un mínimo y tienen que pagar la seguridad social”.
Fedeciclismo se mueve
Hernando Zuluaga, vicepresidente de la Fedeciclismo, comenta que esta entidad lleva varias reuniones gestionando con el Ministerio del Deporte para que, a través del Gobierno, se contribuya con unos alivios económicos para los equipos.
“La idea es que las escuadras tengan la posibilidad de acceder a préstamos, por lo menos a dos años, y así logren solventarse y pagar contratos”.
Zuluaga subraya que la crisis afecta a todos. “Y el deporte es el que más bulto va a llevar, ya que este vive de patrocinios, tanto de la parte oficial como privada”.
El dirigente no oculta que el ciclismo nacional pueda entrar en jaque. “Primero, por el tema de los apoyos y segundo, por las restricciones de hacer eventos y con público. No se sabe cómo se va a sostener y hay que entender que hasta ahora todo es incierto en las diferentes modalidades, pero se mantiene la esperanza que esto se solucione pronto, por eso trabajamos en la reprogramación de todos los eventos, tanto en ruta, pista, ciclomontañismo y bicicrós para que se puedan realizar, si el Gobierno lo permite, en el segundo semestre”