Después de la etapa terminada en Manizales, con gran demostración de poderío por parte del antioqueño Mauricio Ortega -corre por Supergiros- y la respuesta de Óscar Sevilla (EPM-Tigo), da la sensación de que la Vuelta a Colombia está escriturada para uno de estos dos ciclistas.
Álex Cano (Aguardiente Antioqueño) a 1.08 y Aldemar Reyes (Manzana Postobón) a 1.28, parecen ser los únicos que pueden mortificar al líder Ortega y a su escolta Sevilla. No hay que ser mago, siempre y cuando no suceda algo inesperado como una caída o una enfermedad, para saber que el giro ciclístico no sale de estos nombres, por las diferencias con el resto de competidores que pasa de más de tres minutos en la general.
Ayer hubo un descanso reparador y hoy se reanuda la Vuelta con la octava etapa entre Manizales y Alto de Boquerón, con un recorrido de más de 124 kilómetros y final en subida que puede representar ataques y aumento o descuento de diferencias.
“Me gusta correr más cuando estoy en una posición secundaria que de líder, porque hay más tranquilidad y libertad. Soy más peligroso así. La Vuelta a Colombia pasada la gané así. Además, tengo un gran equipo”, manifestó Óscar Sevilla. El ciclista de EPM-Tigo reconoció que Ortega está imparable, pero que vienen etapas que le caen bien y que es un corredor que remata mejor por sus arrestos físicos.
El colomboespañol dominó desde la primera etapa hasta la sexta. En esta última, subiendo a Las Palmas, Mauricio le descontó tiempo y en la séptima, a Manizales, lo bajó del liderato.
Quedan seis fracciones, pero según técnicos como Raúl Mesa, la etapa entre Salento e Ibagué (antepenúltima) de 138 kilómetros y con paso por el temible alto de La Línea debe dictar sentencia.
La fracción de hoy pondrá a prueba las condiciones de los aspirantes al título, con llegada en ascenso, cerca de Pereira, de corta exigencia pero suficiente para ganar segundos vitales. Oportunidad también para ver cómo los equipos respaldan a sus líderes .
