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Luna se despidió tras curar a Nacional por 36 años

Médico Hernán Luna se fue del verde tras más de tres décadas en las que cosechó momentos memorables y festejó 27 títulos.

  • Hernán Luna (centro) se dedicará ahora a compartir más tiempo en familia. René Higuita y Francisco Maturana lideraron homenaje del club. FOTO manuel saldarriaga.
    Hernán Luna (centro) se dedicará ahora a compartir más tiempo en familia. René Higuita y Francisco Maturana lideraron homenaje del club. FOTO manuel saldarriaga.
13 de septiembre de 2022
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Cargado de vivencias de todo tipo, alegrías, celebraciones, amigos y muchos títulos. Así se despidió el médico Hernán Luna de Atlético Nacional luego de casi cuatro décadas en esta institución para ir a disfrutar de una merecida jubilación.

El 14 de agosto de 1986, fecha que él guarda en su memoria con precisión, se vinculó a esta institución en la que completó recientemente 36 años, que para él se fueron volando: “cuando los miro desde acá se convierten en un viaje relativamente corto. Recuerdo que llegué a una institución que era pequeña, pero que con el transcurso del tiempo se convirtió en una empresa de fútbol de dimensiones internacionales. En esa época, podemos decir, que nuestra participación era básicamente en el torneo colombiano”.

El deportólogo se siente afortunado de haber tenido la oportunidad de hacer parte del club en momentos significativos como los títulos de la Copa Libertadores de 1989 y 2016. Rememoró que fue muy especial el recibimiento de los hinchas en ambas conquistas, con carro de bomberos y demás, pero que fiel a su filosofía, como en ocasiones similares, prefirió ausentarse cuando el festín tomaba “grandes proporciones”.

Tampoco olvida la participación de la Copa Intercontinental, que hoy se conoce como el Mundial de Clubes. Aunque ha tenido innumerables viajes con el equipo, el que se hizo de cara a esta competencia, en la que se enfrentaron al Milan, es para él uno de los más extraordinarios por la cultura propia de Tokio, Japón, y por lo que significó en ese entonces tener en frente al mejor equipo del mundo, que no en vano venía de ser campeón de Europa, y tenía en su nómina a jugadores como Paolo Maldini, Ruud Gullit y Marco van Basten.

La Liga, pasaporte al verde

Antes de llegar a Nacional, institución que manifiesta “no era tan atractiva como lo es en el presente laboralmente, pues no tenía la misma envergadura”, sumó experiencia en la Liga Antioqueña de Fútbol en los años 80, lo que a la postre fue su pasaporte para llegar al club verde.

“Llegué por algo circunstancial, en ese momento ocurrió una transición de los propietarios y con quienes llegaron yo tenía alguna relación. Esas personas manejaban equipos de fútbol aficionado y fueron quienes asumieron dirigencialmente a Atlético Nacional, no en calidad de dueños, pero sí como administradores, entonces como ellos me conocían me invitaron a participar en el fútbol formativo. Luego, vino la salida del médico que trabajaba en el equipo profesional (Carlos Restrepo) con motivo de una convocatoria a la Selección Colombia en 1987 y entonces yo lo reemplacé”.

Luna asegura que siempre fue hincha del Rey de Copas, como herencia de su hermano mayor, Leonel: “Él desde 1964 ya me llevaba al estadio. El primer Nacional que recuerdo de manera un poco clara, que vi en el estadio y también en el entrenamiento en la Cancha Marte, era ese equipo que tenía como arquero a Ramón Vélez, en el que también estaban Óscar Rossi, Óscar López, Gilberto Osorio, en fin, era un equipo conformado por extranjeros y nacionales, que generalmente se ubicaba en la mitad de tabla, un poco hacia arriba”.

Con una sonrisa en su rostro recordó que en un inicio creía que su paso por el club iba a ser transitorio, “pero ese periodo temporal terminó convirtiéndose en 36 años”.

Época dorada

Para el médico, uno de los periodos más gratos en el verde fue la época de los puros criollos, que antecedió el primer título en el certamen continental. Para él fue un periodo muy importante para el fútbol de Colombia, que tuvo como hecho coyuntural la llegada de Francisco Maturana a la dirección técnica del club. “Él venía, en el año de 1986, de clasificar con Once Caldas octogonal, que era lo que se jugaba en esa época y en el que nosotros también participamos”.

El galeno recuerda que al año siguiente se dio la salida de Aníbal Ruiz, lo que le brindó la oportunidad a Francisco Maturana, con lo que se concretó la época de los “puros criollos”.

Es evidente la admiración del antioqueño por “Pacho” y Hernán Darío Gómez, que recordó, fueron convocados para los Juegos pre Olímpicos del año 1987, lo que significó un cambio drástico en la filosofía, en la concepción, en la visión de lo que era los equipos de fútbol, el futbolista, el deportista, la Selección Colombia, “no se dimensionaban su verdadera magnitud hasta ese momento”

Hernán, como le dicen la mayoría de sus amigos, tuvo la oportunidad de trabajar con este cuerpo técnico también en la Selección Colombia, a los que acompañó en los Mundiales de Italia 90, Estados Unidos 94 y Francia 98.

Aunque sobresalen los momentos de alegría que vivió con la familia verdolaga, de la que se despide luego de haber celebrado un total de 27 títulos, también hubo momentos de tristeza en estas cuatro décadas. Entre los más duros, contó, están el asesinato del defensa Andrés Escobar, el secuestro del hijo de Luis Fernando “Chonto” Herrera y las lesiones de varios futbolistas que le tocó atender .

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