Si queda hoy un sabinero en esta ciudad (en este mundo, diré) sin escuchar Lo niego todo, que niegue entonces su gusto por el de Úbeda.
El sencillo, presentado ayer junto con el videoclip, es el primer antojo y el inicio de la cuenta regresiva para el lanzamiento del próximo álbum de Joaquín Sabina que estará a la venta en marzo, ocho años después de Vinagre y rosas, su anterior disco de estudio
La letra, aunque idea de Sabina, es un trabajo conjunto con el novelista y poeta español Benjamín Prado, con quien el cantautor ya había coincidido en las letras de 10 de las canciones que componen Vinagre y rosas.
No soy el que te han contado que era, parece cantar Sabina, en un tema que recorre con sutileza sus 16 álbumes de estudio anteriores, guiños a la vida artística del cantante que sabrán reconocer los más fanáticos cuando vean el video.
“Ni ángel con alas negras / ni profeta del vicio / ni héroe en las barricadas / ni ocupa, ni esquirol / ni rey de los suburbios / ni flor del precipicio / ni cantante de orquesta / ni el Dylan español”.
Una letra que el crítico musical Juan Antonio Agudelo define como reveladora, sin dejar de ser sardónica, como lo es el propio Joaquín.
“Es muy íntima, en la línea de otras canciones de él, que critican precisamente esa intromisión de otros en sus decisiones, una canción en la que se protege de la especulación”, agrega.
Y, a la vez, reveladora de su propia figura, desmitificadora de su mito: “Ni soy un libro abierto / ni quien tu te imaginas / lloro con las más cursis / películas de amor”.
Es, en todo caso, una revisión de la leyenda que el propio Sabina ayudó a crear.