Una canción para que las tías y los tíos pudieran bailar fue la promesa que el reguetonero paisa Ryan Castro hizo en una fiesta familiar, ante el reclamo por tanto reguetón en las rumbas de la cuadra.
Ese fue el punto de partida de “Mujeriego”, el merengue que el artista urbano, con producción de SOG (Santiago Orrego Gallego), lanzó en diciembre de 2021 y que rápidamente se convirtió en un hit, al punto que el tema recibió un reconocimiento por sumar 1,5 billones de reproducciones.
“Ay-ay-ay, soy un mujeriego // Ay-ay-ay, y yo nunca lo niego // Cuando me robo a una, chao y hasta luego // Ay-ay-ay, me gritan “Mujeriego”, dice el pegajoso coro, con el mismo tono y ritmo acelerado de los merengues de los años 80 y 90 del siglo XX, del género que inmortalizó nombres como los de Juan Luis Guerra, Sergio y Wilfrido Vargas.
“Creíamos que era una canción para Colombia y que solo iba a sonar en diciembre, el objetivo era pegar acá y ya, y se volvió fue la canción del verano, del año”, dice SOG, que ahora tiene el rol de productor-artista.
Tras el “merenguetón”
Una de las claves de esta fusión de géneros, en el caso de la propuesta de Ryan Castro y SOG, es que son merengues con las características de la música decembrina colombiana, de las canciones parranderas, con doble sentido y composiciones jocosas.
“Todas las veo buenas si bebo ron // La blanquita y la morena, si bebo ron // La gordita cara ‘e tierna, si bebo ron //La flaquita cara ‘e Barbie bailando en el balcón”, cantan en “Mujeriego”. “Parte del éxito es la alegría y el folclor que le estamos poniendo al reguetón”, explica.
“Mujeriego” es la segunda canción de Ryan Castro más popular en Spotify, después de “Jordan”, mientras que en YouTube el video ocupa el lugar 32 entre los videos musicales más populares de 2022.
Sin las pintas ni los pantalones ajustados y los afros de los merengueros dominicanos, Ryan y SOG con sus camisas anchas, gorras y lentes de colores pusieron a brillar baldosa a los reguetoneros, tal y como se hacía en los años 80 y los 90: “Pechito con pechito y ombligo con ombligo” y dando vueltas como si fueran una licuadora.
Abrió el camino
“Mujeriego” fue el primer coqueteo, pero no el único ni el último que el reguetón le ha hecho al merengue.
“Cuando nosotros sacamos la canción no había ningún merengue en el mercado y fue impresionante verla entrar al listado de las 23 canciones más sonadas del planeta, siendo un merengue hecho por un par de reguetoneros paisas, que puso a todos a hablar del género. No quiere decir que por nosotros otros hayan decidido grabar, pero abrimos esa posibilidad”, reitera SOG, que se sorprende por la facilidad que tiene para producir y “arreglar” un merengue.
“Es como si lo hubiéramos cantado toda la vida”.
“Mujeriego!, me gusta vacilar // ¡Mujeriego!, yo te saco a bailar // ¡Mujeriego!, la vecina está buena // ¡Mujeriego!, yo ya le cogí la vena”.
Rosalía y Bad Bunny
Tras esa inesperada incursión del merengue en estos tiempos dominados por la música urbana, el experimento antojó a otros reguetoneros. El boom llegó de la mano de la española Rosalía y la canción “Despecha”, que presentó en junio de este año.
El tema fue escrito por varios compositores, entre los que estaban el puertorriqueño Nino Seguerra. “Despecha” es uno de los temas imperdibles de la gira Motomami, que la artista adelantó este año por América Latina. El sencillo tuvo tanto impacto que fue incluido entre de las 100 mejores canciones del año de la revista The Rolling Stone.
El tema de Rosalía ocupó el quinto lugar en el top, detrás de “Tití me preguntó” (Bad Bunny); “Cuff It” ( Beyoncé), “Bad Habit” ( Steve Lacy) y “Karma” ( Taylor Swift), en ese orden. “Baby, no me llame’ // Que yo estoy ocupá’ olvidando tus male’ // Ya decidí que esta noche se sale // Con toda’ mis motomami’, con toda’ mis gyale’”, canta la artista de 30 años.
La interpretación no solo cautivó a sus seguidores, que se hacen llamar “Rosaliers”, sino que el mismísimo dominicano Juan Luis Guerra destacó el trabajo creativo de mezclar patrones musicales de la bachata y el merengue con el flamenco.
“Rosalía es digna de análisis musical, hizo el álbum del año tanto en producción, arreglos, sonido, y por su hermosa voz”, expresó el músico en una entrevista con la cadena Univisión.
Benito también
El cantante puertorriqueño Bad Bunny estrenó en mayo de este mayo “Un Verano Sin Ti”, el cuarto álbum de estudio y quinto en su carrera. Un disco con 23 canciones, que es considerado el trabajo musical del año por Time.
El cantante, que en noviembre pasado tuvo dos conciertos en Medellín, se pasea en el álbum por el reguetón, el trap, el rap, el merengue, la bossa nova, el reggae y la lambada, entre otros ritmos que usó para cantarles a las relaciones amorosas, el empoderamiento femenino, las playas y el sol.
Además, los videos en Youtube fueron publicados en formato 360° para que los seguidores pudieran interactuar.
Un trabajo que demuestra la versatilidad de Bad Bunny y de como el reguetón se apropia y aprovecha de los sonidos de otros géneros para innovar y sorprender. Incluyendo un merengue, que parecía perdido en el siglo pasado.
¿Y los merengueros?
Roberto Antonio, de 60 años, es una de las grandes figuras del llamado techno merengue. Pese a no haber nacido en República Dominicana, la cuna de este género, en los años 80 y 90, alcanzó gran popularidad.
De su cosecha son grandes clásicos como “Noches de Fantasía”, “Mentirosas” y “Marejada”, temas que no podían faltar en los bailes y discotecas de finales del siglo XX.
“Noches de fantasía //Las que viví con ella // En busca de una estrella // Sin poderla alcanzar // ¡Qué noches aquellas, que no volverán!//, canta el intérprete venezolano que hace un par de semanas estuvo de visita en Medellín, grabando nuevos temas con el sello Codiscos.
Roberto Antonio reconoce la influencia que ha tenido el reguetón en esta segunda vida que está teniendo el merengue. Dice que además hay una tendencia por regresar a los sonidos tropicales y bailables, que el mismo género urbano había menospreciado.
A propósito de esa nostalgia por la música de antes, el merenguero está estrenando el álbum “Homenaje a Leo Dan”, un trabajo en el que toma las baladas clásicas del cantautor argentino y las lleva al merengue house, con sintetizadores como base. Temas como “Esa pared”, “Como Te Extraño Mi Amor” y “Fanny” ahora se bailan dando vueltas merengueras.
Dentro de ese mismo boom, hace un mes estuvo de concierto en Medellín Proyecto Uno, los mismos que cantan “El Tiburón”, “Está Pegao” y “El Grillero”. “La gran base del movimiento urbano actual fue lo que nosotros hicimos en los 90”, contó el vocalista Nelson Zapata al recordar que Proyecto Uno recibió el primer premio urbano que se entregó en los Premio Lo Nuestro, en 2003.
“Es más, en 1993 estrenamos el tema ‘In Da House’, en el que combinamos el rap con los ritmos latinos, lo que hoy hace el reguetón”, destacó Zapata en su visita a EL COLOMBIANO.
Ya el reguetón le había dado una mano al pop (aunque muchos dicen que fue al revés), se ha fusionado con la música regional mexicana y ahora recupera el merengue como uno de los grandes géneros latinos.
