Camila Saravia recibió un día una de esas llamadas de la aún hoy se acuerda. En 2015 la llamó el mánager del actor y cantante Will Smith, la estrella le enviaba un mensaje: quería colaborar con Bomba Estéreo en un remix de Fiesta. Para Camila, quien ha trabajado durante más de una década con el grupo y quien había crecido como mánager junto a Li Saumet y Simón Mejía, era una noticia para morirse de la dicha.
“Ellos confiaron en mí y yo en ellos, nos ha ayudado a crecer juntos y abrirnos puertas. Ahora somos como una familia”, cuenta ella.
Ese remix del que hizo parte Smith fue uno de los cortes del disco Amanecer con el que Bomba Estéreo giró por Estados Unidos: en Nueva York el recinto se llenó dos veces. Fue el álbum que el grupo presentó en Sonar Barcelona y en el Festival Estéreo Picnic posteriormente.
Camila Saravia no es solo la mánager de Bomba Estéreo, es la fundadora y CEO de M3 Music, es uno de los cerebros detrás de la gestión de Diamante Eléctrico, Santiago Cruz, Mitú y las carreras solistas de Juan Galeano, ÁlvarezMejía y Simón Mejía como Monte. Es una de las mujeres, como bien lo demuestra su experiencia, que mejor hace su trabajo dentro de la industria.
Puede leer: Diamante Eléctrico y la necesidad de un arte vociferante
Sin embargo, si de algo se enorgullece M3 Music, que este año cumple ya 10 años de trabajo, es por ser conocidos más como un equipo de management que como “Camila, la mánager”, es un esfuerzo que se construye entre varios.
“M3 no es una persona, somos un equipo que hace management para nuestros artistas”, pero conocer su nombre es importante, y mucho. Lo es, más aún, para las mujeres en Colombia y en Latinoamérica que están aspirando a trabajar en management o en un rol gerencial dentro de una industria que a lo largo de su historia ha sido, en gran medida, determinada por hombres.
Historias como la de Camila se convierten en referentes y conocer el lugar que ocupan en esa industria ayuda a suplir una necesidad que múltiples colectivos en la música han estado abordando en los últimos años: la representación.
Romper techos
María Del Rosario Cardona, artista y diseñadora gráfica que trabaja en el sector de la música desde hace 11 años, cuenta que uno de los motivos por los que contribuyó a fundar el colectivo colombiano Todopoderosx en 2018 fue precisamente por ese: la búsqueda de más espacios de representación en la industria.
Todopoderosx es un grupo de siete mujeres, en este momento, que hace investigación y educación con enfoque de género, creando contenido que le apunte a reducir la brecha de género en la industria. Ellas estudiaron mucho, por ejemplo, cómo en festivales se demostraba esa representación (o la falta de ella). Analizaron carteles como los de Jazz al Parque en 2019, solo teniendo en cuenta al porcentaje de mujeres que pisaba el escenario (como solista o parte de un grupo). Encontraron que hubo un 36.4% de participación femenina en esa edición frente al total de la propuesta artística. Eso representó un “13.6% menos que su edición pasada”, explicaban.
También miraron el cartel de Ciudad Altavoz el año pasado: hubo “9 mujeres como integrantes de bandas y solistas. Es decir; un 27,1% de participación femenina”, mientras el 72,9% era masculina.
Dada la baja representación que encontraron en varios casos, quisieron saber por qué y llegaron a la conclusión de que “uno de los motivos principales era que habían pocos referentes de mujeres, sobre todo tras escena”, añade Cardona. “Nos dimos cuenta de que nosotras crecimos con pocos referentes y por lo tanto fue muy difícil salir a hacerlo y tener la fuerza y la seguridad de ir a desempeñar cargos administrativos, de gestión o financieros en la música, al igual que sobre el escenario. Nos dimos cuenta de que hay mucho miedo e inseguridad no ver personas pares. Esa es la importancia de tener representación diversa, no solo femenina, sino de otros géneros minoritarios que tampoco la tienen”.
La británica Andreea Magdalina fundó en 2014 un proyecto llamado SheSaid.So en Inglaterra que buscaba crear una comunidad de mujeres y minorías de género (también se les llama disidencias) dentro de la industria de la música, porque hasta ese momento, dice ella, “el mundo de la diversidad y el empoderamiento era algo prácticamente inexistente” en esa industria, para ese entonces ella trabajaba en la empresa Mixcloud.
Se ponía en contacto con mujeres que desempeñaban diversos roles dentro de la música y se percataba de que en vez de haber siempre como una suerte de hermandad, era un ambiente muy competitivo. “Si había un asiento en la mesa, solo habría uno para nosotros y tendríamos que competir por él”.
Su proyecto de crear comunidad y apoyo se ha expandido ha más de 15 países y llegó a Circulart, que este año se celebró de manera digital, para hablar de una rama de su comunidad: SheGrows, un proyecto de mentorías que surgió en 2017 entre mujeres de la industria. SheSaid.So habló de ello en uno de los conversatorios del evento y es allí juega mucho la palabra representación.
Ella lo compara a una coyuntura reciente pero en la política. Por el mismo motivo por el que es histórico que por primera vez, una mujer negra, de ascendencia asiática, ahora ocupe el segundo asiento más importante de la Casa Blanca, este tema es importante en la música también: “Cuando las mujeres llegan a lugares tan altos, el techo de cristal que estaba allí antes, se rompe. Cuando niñas ven a mujeres ahí, creen que pueden llegar también y ese para mí es el aspecto más importante de la representación, inspirar nuevas generaciones a creer que también pueden”, dice.
Le puede interesar visitar el especial: #EllasSoyYo
Ese es uno de los ejes de sus mentorías, que normalmente duran meses y son una interacción muy personal entre una mujer que ha logrado romper barreras, para otra que está aprendiendo cómo moverse en la industria.
Era necesario, cuenta, porque faltaban modelos a seguir y guías, algo que no solo nutriera a la estudiante que quería pulirse como ingeniera de sonido, productora y manager, sino “que empoderara a la mentora, porque alguien más confía en su consejo y su experiencia”.