La 33 es una orquesta, pero también una calle (tanto en Bogotá, como en Medellín). La agrupación musical, de hecho, fue bautizada por esa de la capital, donde quedaba la casa en la que inicialmente los hermanos Mejía se reunían a tocar.
De esos primeros encuentros entre amigos, en los que nacía música, ya pasaron 18 años. Ahora son toda una orquesta de 12 integrantes y están estrenando su sexta producción discográfica: Si Tu Quieres Salsa.
Esta vez decidieron cambiar la dinámica. Se propusieron dividir el disco, y sus 11 nuevas canciones, en dos partes. Y aunque se trata de un ejercicio que se ajusta a las nuevas dinámicas del consumo de la música en la era digital, también tiene un aire de antaño. Como los vinilos, esta producción tiene Lado A y B. El 17 de mayo publicaron el A y esperan estar sacando el B a finales de año o comienzos del próximo. Seis canciones conforman esta primera entrega cargada de salsa, incluyendo la que le otorgó el título al álbum.
Esa canción
El disco abre con Nociva, que habla de esos amores que quizá nunca debieron ser, porque de tanto insistir en que continuaran solo se volvieron tóxicos. Una palabra que repele, pero quizá ajustada para ese tipo de circunstancias.
“Hay cierto despecho, pero impregnado de un poco de rabia. Está basado en esas relaciones que se tienen que acabar y no se acaban, que simplemente se quedan dando vueltas”, cuenta Sergio Mejía, uno de los directores de la banda. “Esas relaciones poco constructivas que terminan con odio y que por no acabar lo que tiene que terminar”.
Los instrumentos son fuertes, explosivos, casi riñen tanto como la canción, en la que un hombre despechado condena a quien fue su amada por haberlo traicionado.
El álbum continúa con una fuerte presencia de las trompetas en Si Tú Quieres Salsa, un tema que llama a bailar y sería el colmo si no. Según cuenta Mejía, esa es la razón de ser de La 33, “seguimos con la misma filosofía, tratar de darle alegría a la gente, tratar de divertirla, que se puedan olvidar de los problemas y cosas incómodas que pasan en el mundo”.
Una propuesta más romántica se asoma con Dime por qué será, escrita y cantada por Edgardo Garcés, quien fue parte de la orquesta y ahora lidera Ghetto Kumbé. Luego alterna con Majadera, un reclamo de libertad, y Salerosa, un canto a una mujer caribeña que fue un amor del pasado.
Casi dos décadas después
Seis álbumes después de esos ensayos en una casa en Teusaquillo, La 33 ha experimentado con su sonoridad y se ha consolidado como una orquesta profesional capaz de montar una fiesta tremenda.
“Tratamos de mantener la misma esencia, la roquera, también tocando salsa de la forma orgánica posible”, dice el líder del grupo. Lo describe como ese sonido de “los setentas de la salsa brava”.
Incluyeron instrumentos diferentes como el saxofón barítono, pero quieren seguir siendo la misma agrupación cuyos sonidos permiten que la gente se desconecte del mundo y se conecte a la danza. La salsa sigue siendo su canal para continuar sonando en las fiestas y en las calles