“Con mi sobrino Sandino platicamos y hemos tomado la decisión de repatriar sus restos durante el gobierno de Bernardo Arévalo”, informó en un acto oficial Miguel Ángel Asturias Amado, hijo del escritor fallecido el 9 de junio de 1974.
El traslado “es una decisión que tiene un gran fondo afectivo” y que también lleva “una decisión política que estoy seguro que mi padre y mi hermano estarían de acuerdo”, exclamó en un emotivo discurso el hijo del también periodista y diplomático laureado con el Premio Nobel en 1967.
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“La vida me ha dado la oportunidad de que 50 años después de haber tomado una decisión (de enterrarlo en París), hoy decida que sus restos vuelvan a Guatemala y cumplir sus deseos expresados en sus ‘Letanías al desterrado’”, sostuvo, al referirse al poema en el que el autor abordó su experiencia como exiliado.
El cadáver del nobel, quien siempre mantuvo su compromiso con los indígenas y grupos marginados de su país, descansa en la capital francesa, donde fue sepultado después de morir en España a causa de un cáncer.
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El mandatario Arévalo calificó de “un honor” la decisión de su repatriación, al intervenir en el acto celebrado en el Palacio Nacional de la Cultura, en la capital guatemalteca. Durante la conmemoración, las autoridades emitieron una declaratoria para que durante un año se rinda homenaje con diferentes actividades al insigne poeta, que tiene como su obra más célebre El Señor Presidente.
También asistieron la vicepresidenta del país centroamericano, Karin Herrera, y la premio nobel de la Paz guatemalteca Rigoberta Menchú.