Cerca de 50 crónicas hacen parte de “La memoria de alcatraz”, todas bajo la firma de Juan Gossaín, el mismo que por 27 años fue director de Noticias RCN Radio, donde hizo historia, siempre aplicó lo que para él es indispensable en un periodista, ser un buen lector, un constante buscador de historias, además de conocedor y centinela de la lengua.
Son más de 50 piezas que siendo publicadas en un diario de circulación nacional, son cortas, compactas y que relatan e intentan entender la idiosincrasia colombiana.
Hay análisis, reflexión, pero también mucho humor, que es la esencia de un país como Colombia, donde los burros empiezan a ser desempleados por la llegada de los mototaxis y bicitaxis, así como aquel hombre que lleva cultura por parte de la región Caribe llevando libros en una carreta. Sin lugar a dudas elementos únicos de los cuales Gabriel García Márquez, gran amigo de Gossaín, alimentó su mundo macondiano.
Pero también historias dolorosas, entre denuncias, corrupción, injusticias y el fatal daño ambiental, como la minería en Níquel, las tarifas del aseo, los despilfarros de las ayudas de los afectados del invierno y cómo se han robado el sistema de salud de los colombianos, junto a la tragedia de Gramalote.
Las historias, los personajes y la lengua, fueron temas centrales de varias de sus crónicas, donde aparecen seres desde el histórico Blas de Lezo, pasando por el mundo de la creación de vestuario con Amalín de Hazbum, y no podía faltar el Premio Nobel colombiano, explicando por qué se queda con Gabriel García Márquez periodista.