El par de esculturas del monumento a Isabel la Católica y Cristóbal Colón, ubicadas en Bogotá y referentes de la capital del país, fueron trasladadas por el Ministerio Cultura para salvarguardar su significado y valor como Patrimonio Cultural.
La idea es evitar que las mismas sean vandalizadas, tal y como sucedió en Cali y Popayán con las esculturas de Sebastián de Belalcázar y Francisco de Paula Santander. De acuerdo con Mincultura se busca de abrir un diálogo para reflexionar el tema..
De acuerdo con la agencia Colprensa, el Ministerio de Cultura tomó la decisión del desmonte y traslado de las esculturas declaradas como Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional por la Resolución 395 de 2006 y permanecerán en custodia del MinCultura y se busca que sea el punto de partida para el desarrollo de unas mesas de diálogo, que se establecerán a lo largo de las próximas semanas por parte del Ministerio y en articulación con la autoridades territoriales, con el objetivo de invitar al país a reflexionar sobre el significado y valor del Patrimonio Cultural, en particular, de los monumentos que hacen parte del espacio público y que son referentes de memoria en la cotidianidad, así como objeto de expresión de ideas y reivindicaciones.
Con esto, se busca instalar el tema en la agenda académica y en otros espacios factibles, donde se permita generar un diálogo abierto y público. Estos espacios de concertación permitirán entender, evaluar y concertar propuestas de resignificación o relocalización.
Las esculturas fueron elaboradas por el escultor italiano Cesare Sighinolfi. Su fundición en bronce fue realizada en Pistoya (Italia). Han estado en emplazadas en diferentes lugares de la ciudad. Con motivo de la celebración de los 450 años de la fundación de Bogotá y en el marco de las obras adelantadas por el denominado ‘Plan Centro’, que buscó dar importancia histórica a las estatuas, estas fueron trasladadas, finalmente, el 31 de mayo de 1988 a la avenida El Dorado entre carreras 98 y 99.
En Cali, en abril, durante el primer día del paro Nacional, la icónica estatua de Sebastián de Belalcázar, ubicada en el oeste de la ciudad, fue derribada.
El Movimiento de Autoridades Indígenas del Sur Occidente, Aiso, se atribuyó el hecho a través de una publicación en su cuenta oficial de Facebook.
Ya antes, un grupo de personas derribaron la estatua des mismo Sebastián de Belalcázar, el conquistador español, y la tumban del morro de Tulcán, en Popayán, Cauca. En el mismo departamento fue vandalizada la figura de general Francisco de paula Santander.
Esta no es una tendencia exclusiva de Colombia ni de las manifestaciones que se adelantan, sino que se presenta en muchos países. Están los casos de la de estatuas de Sadam Hussein (2003), o del muro de Berlín (1989) y hasta del edificio Reichstag (1933), también implicaron la destrucción de monumentos. En Afganistán (2001), se destruyeron los gigantescos Budas de Bamiyan con más de mil años de antigüedad.