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Las salas importantes del Centro Nacional de las Artes Teatro Colón —inaugurado por el Gobierno Nacional el seis de mayo— llevan los nombres de dos mujeres.
La primera sala, única en su clase en el país, está consagrada a la gestora cultural y actriz Fanny Mikey, quien dirigió por más de 20 años el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá. La sala tiene una peculiaridad: está ubicada treinta metros por debajo de la carrera sexta, un equivalente a seis pisos.
El recinto ofrece una novedosa infraestructura que aísla al público de los sonidos del exterior. Además, cuenta una silletería retráctil y móvil que se ajusta a las necesidades de los creadores y tendrá un aforo de 220 personas.
La segunda sala —la más grande del edificio, con capacidad para 500 espectadores— lleva el nombre de Delia Zapata Olivella, una bailarina y promotora del folclore de las costas colombianas.
Delia marcó un hito en la historia de las artes vivas nacionales al ser la primera mujer afro en presentarse en el escenario del Teatro Colón.
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Horas antes de la inauguración, recorrimos los pasillos y salones del Centro Nacional de las Artes, en una comitiva encabezada por la ministra de cultura, Angélica Mayolo, y por la directora del Teatro Colón, Claudia del Valle.
La edificación, ubicada en el centro de Bogotá, a pocos metros de la Biblioteca Luis Ángel Arango y del Museo del Florero, fortalece el circuito y la oferta cultural de la capital de la República.
En su construcción el Gobierno Nacional invirtió 123.000 millones de pesos en un proyecto iniciado en 2016. El dinero de la construcción y el impacto de esta en la comunidad de las artes vivas convierten al Centro Nacional de las Artes en “la más grande obra de cultura desarrollada por gobierno alguno”, dijo Mayolo.
Hay más
Una tercera sala del edificio albergará los ensayos de la Orquesta Sinfónica Nacional, agrupación que fue la encargada de poner la música en la inauguración oficial del complejo cultural el viernes en la noche.
El evento —al que asistieron el presidente Iván Duque; la alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López, y numerosas personalidades de la cultura, la prensa, el parlamento y la vida política bogotana— inició con la interpretación en lenguas indígenas del himno nacional, entonada por niños de diferentes regiones del país.
Luego, intervinieron el presidente Duque y la ministra Mayolo. El jefe de Estado calificó de majestuosa la obra y en varias ocasiones mencionó que está a la altura del complejo Teatral San Martín de Buenos Aires, el Centro Cultural Gabriela Mistral de Santiago de Chile y el complejo cultural Ciudad de las Artes de Río de Janeiro de Brasil.
Los intérpretes Chabuco, Juan Carlos Coronel, Maía y Yuri Buenaventura estrenaron el escenario de la Sala Delia Zapata Olivella al cada uno cantar un tema emblemático de la cultura popular colombiana.
El telón cayó a eso de las nueve y media de la noche y en el ánimo de la audiencia —traducido en sendos aplausos— se sembró el ansia de esperar la apertura para el público de las puertas del edificio, que se hará en la primera quincena de junio.
La oferta de las primeras semanas incluye el estreno de La mentira complaciente, de la compañía colombiana de danza Sankofa.
Los 17.000 metros cuadrados de la obra beneficiarán al año a más de 50.000 asistentes y acogerán eventos de variados tipos de artes: el teatro, la danza, la música clásica y popular, además de la ópera.
Pura cultura
En esa calle de Bogotá se conecta el pasado con el presente: enseguida de la entrada tradicional al Teatro Colón está ubicada la casa donde nació Rafael Pombo. Frente al Centro Nacional de las Artes queda el complejo cultural Gabriel García Márquez. En menos de trescientos metros a la redonda, hay lugares consagrados a la pintura, la gastronomía, la venta y préstamo de libros.
Es decir, este sector del centro bogotano es ya un punto de interés cultural para los colombianos y los extranjeros. “Tengo la convicción de que en este lugar se estarán formando los grandes de talentos de Colombia”, dijo el presidente Duque en un pasaje de su discurso.
Para ello, el Centro Nacional de las Artes será el hogar de procesos formativos, entre ellos el ‘Diplomado de Artes Performativas’, en alianza con el Goethe Institute y la compañía de danza Cirquito Liquen; y la orquesta laboratorio de la Fundación Nacional Batuta con sus tres proyectos: Cantando con el País Vasco, Orquesta de Cámara de París y Jazzy Christmas.
Periodista, Magíster en Estudios Literarios. Lector, caminante. Hincha del Deportes Quindío.