x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Vía Medellín-Quibdó, una trocha de $500 mil millones

Desde 2009 la vía ha tenido tres contratos para recuperar 123 kilómetros. Hoy solamente están pavimentados 46. Se completó un mes del derrumbe.

  • En El Veinte, lugar donde hace un mes ocurrió el derrumbe, hay dos máquinas tratando para remover 100.000 metros cúbicos de tierra. FOTOS edwin bustamante - enviado especial AL CARMEN DE ATRATO, CHOCÓ
    En El Veinte, lugar donde hace un mes ocurrió el derrumbe, hay dos máquinas tratando para remover 100.000 metros cúbicos de tierra. FOTOS edwin bustamante - enviado especial AL CARMEN DE ATRATO, CHOCÓ
  • En la vereda El Siete, del municipio El Carmen de Atrato, viven cerca de 500 personas y están ubicados cerca de 40 comerciantes.
    En la vereda El Siete, del municipio El Carmen de Atrato, viven cerca de 500 personas y están ubicados cerca de 40 comerciantes.
  • Debido al derrumbe, los comerciantes son los más afectados reportando pérdidas millonarias. Han visto reducidas las ventas en un 80%.
    Debido al derrumbe, los comerciantes son los más afectados reportando pérdidas millonarias. Han visto reducidas las ventas en un 80%.
  • El contrato por 254.000 millones de pesos se acaba en noviembre de este año. Se pavimentaron 21 kilómetros.
    El contrato por 254.000 millones de pesos se acaba en noviembre de este año. Se pavimentaron 21 kilómetros.
  • Las comunidades indígenas Embera están ubicados a lo largo de la vía. Muchos de ellos trabajaban en las obras de la carretera.
    Las comunidades indígenas Embera están ubicados a lo largo de la vía. Muchos de ellos trabajaban en las obras de la carretera.
  • La vía Medellín-Quibdó es además un corredor estratégico para el Eln, por eso hay constantes patrullajes del Ejército Nacional.
    La vía Medellín-Quibdó es además un corredor estratégico para el Eln, por eso hay constantes patrullajes del Ejército Nacional .
10 de julio de 2016
bookmark

Elvia Grajales llega a la Alcaldía de El Carmen de Atrato, Chocó, buscando un milagro. Espera 20 minutos al alcalde, Jorge Bedoya y le habla cual alegoría del rosario: “alcalde, necesito que abran la vía, alcalde, ayúdeme, necesito que abran la vía, que la abran, que la abran, alcalde”.

Una súplica.

La señora Elvia es antioqueña, pero vive hace décadas aquí en El Carmen. Tiene 73 años, tez blanca, acento paisa y comercializa “ramitas aromáticas” entre El Carmen y Quibdó y desde hace un mes no tiene “un peso”

Su drama: el cierre de la carretera Medellín-Quibdó, una vía nacional a cargo del Instituto Nacional de Vías, Invías en la que, según los tres contratos que se han firmado desde 2009, se han invertido cerca de 500 mil millones de pesos. Desde el 9 de junio está cerrada tras un derrumbe que no solo bloqueó el paso sino que sepultó a 13 personas.

Y entonces, Elvia, que no es una gran terrateniente, ni empresaria, que no tiene una planta de producción y que solo manda semanalmente 100.000 pesos en ramitas aromáticas a Quibdó dice que el limón se le está dañando, y que aunque Dios no la desampara, si la vía no la abren, se va a morir de hambre, literal.

¿Qué es lo que sucede?

Para entender la desdicha de Elvia, hay que detenerse un momento en uno de los proyectos de obra pública más importantes que ejecuta el Gobierno: la transversal Medellín-Quibdó. Miremos. Esta vía —de 123 kilómetros— empezó a construirse en 2009 con la fase 1 que tuvo una longitud de 35 kilómetros, con un costo de 122.000 millones de pesos. Según información que en su momento le entregó Invías a este diario, de la fase 1 se pavimentaron 25 kilómetros, por lo que quedaron 10 kilómetros sin rehabilitar. Es decir, cada kilómetro costó cerca de 5 mil millones de pesos.

La fase 2 tiene una inversión de 254 mil millones de pesos para pavimentar 76 kilómetros entre el sitio conocido como El Dieciocho y Ciudad Bolívar. Según Invías, de esta fase están listos 21 kilómetros, faltan 55. Este contrato se acaba en noviembre. Cada kilómetro ha costado aproximadamente 12 mil millones de pesos.

La fase 3 se adjudicó en octubre de 2015 y tiene como fin el mejoramiento de 12 kilómetros entre Quibdó-El Dieciocho con una inversión cercana a los 80 mil millones de pesos. Este apenas está en ejecución. Aquí, cada kilómetro valdrá cerca de 6 mil millones.

Las cuentas de la carretera quedan así, entonces: de los 123 kilómetros están pavimentados 46 que han costado cerca de 500.000 millones y aún faltan 77. Aunque la complejidad de esta carretera es particular debido a la alta pluviosidad, es importante destacar que con una inversión cercana se construyeron 97 kilómetros de doble calzada en la Ruta del Sol 2, durante cinco años.

De los números a la trocha

El Carmen es un municipio chocoano de 14.000 habitantes y es la “puerta” de entrada a la vía. Desde aquí se transportan hacia Quibdó, verduras, ganado, cemento y las ramitas aromáticas de Elvia.

El alcalde Jorge Bedoya dice que aunque el cierre de la carretera por el derrumbe es “angustiante”, es mucho más grave saber que la vía no tiene más plata. “Todos sabemos que no mas están listos 21 kilómetros y que el contrato ha avanzado muy poco. Aunque debo reconocer que la pavimentación está quedando en óptimas condiciones, pero va a quedar más de la mitad de camino sin pavimentar. Esto es mucho más grave porque las veces que nos hemos reunido con el Invías, no nos dan muchas esperanzas. No tienen plata”.

En la vereda El Siete —a 10 minutos del casco urbano de El Carmen— los cerca de 40 comerciantes que están al lado y lado de la vía y que viven del paso de camiones y de buses, de la venta de almuerzos y de gaseosa, hoy, pasan el día tomando café. Uno de ellos es Rodrigo de Jesús Barrera, quien dice que en 28 años que lleva trabajando en el montallantas, nunca había sentido la angustia de no tener nada para llevarles a sus 9 hijos. “Tenemos el trabajo, pero no tenemos a quién trabajarle. No hay buses ni camiones, el trabajo se nos está yendo de las manos. Así uno sepa trabajar, no hay con qué trabajar. Siempre se hace la platica y hemos vivido bien, pero en este momento estamos muy mal. Nunca he vivido algo así”, dice el hombre mientras revuelve el azúcar del tercer café de la mañana.

Cerca de él está sentado Rogelio Maya, quien dice que abre su droguería “para que le entre aire”. Asegura que desde hace un mes han visto reducidas las ventas en un 80 por ciento. “Abro la droguería por no perder la costumbre porque no hay nada por hacer. Ya tenemos un mes de estar en una calamidad muy grave porque no hay a quién venderle. Con una vía cerrada, estamos maniatados. Es que mire, haga la cuenta, diario pasan cerca de 20 buses y ahora no está bajando nadie, nadie”.

Del papel a la trocha, la realidad aturde. En el papel dice, por ejemplo, que las obras que se ejecutan están entre Ciudad Bolívar y El Dieciocho y que van hasta noviembre. En la realidad los obreros aparecen solo en el tramo entre Ciudad Bolívar y El Carmen, en donde hay un puñado de obreros trabajando en varios tramos y por la magnitud de algunas excavaciones hay cierres programados desde las siete de la noche. Hasta ahí la realidad se parece al contrato: hay obras en la vía, volquetas que van y vienen. Muchos obreros. Mucho polvo.

De El Carmen de Atrato hacia Quibdó si se cuentan 12 obreros es mucho. No hay ningún frente de obra. No hay volquetas. No se ve cemento. El bullicio de los primeros días de la ejecución del contrato, desapareció. No se ven ingenieros ni topógrafos. No hay polvo. Y aunque los primeros 21 kilómetros ilusionan porque están prácticamente listos y es emocionante poder recorrerlos a una velocidad de 80 kilómetros por hora, de repente la selva nuevamente se hace espesa y la trocha aparece, inevitable, injusta.

A unos 10 kilómetros del derrumbe hay un letrero que dice: “Transversal Medellín-Quibdó. ¡En marcha! Inversión $254.560 millones”. Sin embargo, ahí en ese punto y aunque en el contrato se advierte del mantenimiento periódico de la vía, en este lugar más que una carretera nacional, parece una trocha veredal.

El derrumbe en el papel: el Invías ha dicho que esta mole de tierra tiene 100.000 metros cúbicos y que es complejo removerla porque nadie quiere que se presente otra tragedia. Sin embargo, el pasado 1 de julio, el director de Invías Carlos García le “exigió celeridad” al contratista para que avancen rápidamente y así poder abrir paso antes de un mes.

El derrumbe en vivo: en la base militar de El Veinte, a unos dos kilómetros de la emergencia, el Ejército puso talanqueras y hasta ahí hay tránsito de carros. A partir de este punto, la guardia indígena controla el paso. Ellos deciden si puedes o no llegar al derrumbe. Y aunque en el papel dice que el Invías “pidió celeridad” para abrir el paso, aquí dicha celeridad no se ve. El jueves 7 de junio a las 3:00 pm en la base del derrumbe del lado de Antioquia, las únicas personas que estábamos éramos tres periodistas de este diario, más un indígena que nos vigilaba. Al fondo, dos retroexcavadoras. De resto, no hay volquetas, no hay obreros, no hay nadie tratando de quitar así sea un bultico de tierra. Y entonces es inevitable pensar que si la “celeridad” no llega, Elvia, Rogelio y Rodrigo, en un par de días, van a tener hambre.

Posdata: Frente a las obras para rehabilitar la vía, García fue claro: “con los contratos que hoy tenemos en ejecución no va quedar lista la vía, tendremos que apropiar nuevos recursos”.

Infográfico
Vía Medellín-Quibdó, una trocha de $500 mil millones
El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD