Eso del cambio de sexo no es solo historia del más reciente caso de Caitlyn Jenner. Otros personajes, entre deportistas, artistas y modelos han pasado por el quirófano para hacerse esa transformación.
Balian Buschbaum antes Yvonne Buschbaum, es recordado por ser, antes de su cambio de sexo, una atleta dedicada al salto con garrocha. Chaz Salvatore Bono, hijo de la cantante Cher, nació mujer bajo el nombre de Chastity Sun, y Lana Wachowski, antes Larry, fue reconocido por ser el director de la película Matrix, Cloud Atlas, y hace poco El destino de Júpiter.
Casos como estos, con seguridad, hay muchos, sin embargo, algo resulta particular. En esta transformación es menos complejo pasar de hombre a mujer que en la situación contraria, especialmente por la cirugía de pene y su complejidad estética, según lo indica el cirujano plástico Felipe Martínez Restrepo.
Por tratarse de una intervención irreversible, un tratamiento psicológico previo es fundamental para proceder al cambio, pues la decisión debe estar bien sustentada. “Hay que verificar que la persona tenga todas las condiciones de salud mental para avalar la decisión. Por lo menos dos años debería ser el tiempo prudencial para este tipo de tratamiento por tratarse de un cambio de vida radical, además es fundamental que la persona tenga una red de apoyo social, pues no es fácilmente comprensible por el común de la gente. Hay que comentar la situación a profundidad, analizar los pros y contras, dado que es un cambio con implicaciones biológicas y sociales”, sugiere Carlos Andrés Londoño Arias, psicólogo.
En ese cambio, además de las cirugías el tratamiento con hormonas también es un asunto de cuidado, siempre debe estar orientado por endocrinólogos o internistas, pues su abuso y automedicación puede generar consecuencias severas como aumento de enfermedades cardiocerebrovasculares, trombosis venosas profundas, caída del cabello, trastornos musculares y daño renal. “Al consumir las hormonas, los cambios no se dan de manera inmediata, se ven es por acumulación”, advierte Jorge Mario Villa, internista .
