Cuando un motociclista sufre un accidente puede tener desde traumas menores, como contusiones o excoriaciones (raspones), hasta fracturas, heridas de piel, traumas de abdomen, tórax o craneoencefálico. O, en el peor de los casos, la combinación de todas las anteriores.
Para conocer el cuidado de las lesiones EL COLOMBIANO consultó a Juan Pablo Suescún Moreno, ortopedista de la Universidad Militar de Bogotá y especialista en Cirugía de Reemplazos Articulares de Cadera y Rodilla de la misma universidad y quien presta sus servicios en la Clínica Medellín.
“En cuanto a lesiones en la piel este es un tejido que se recupera en dos o tres semanas dependiendo de la severidad de las lesiones y con cuidado básico (lavado de las heridas con jabón); lo más importante es evitar infecciones. La piel tiene un alto poder de recuperación”, comenta.
Sin embargo, no todas las heridas de la epidermis son sencillas pues en los casos en los que hay pérdida de tejido o parte de piel y músculo es necesario un injerto. Explica Juan Pablo que “cuando no hay posibilidad de regeneración, el defecto es muy grande o no hay cómo suturar se debe sacar tejido de un lado sano y ponerlo en la parte del defecto”.
Los injertos se pueden dar de dos maneras: los vascularizados en los cuales se saca un pedazo de músculo y piel con una arteria y una vena que son colocados con microcirugía y en los cuales hay que prestar atención de que la sangre le esté llegando y que no se haya cortado la circulación lo que podría causar la muerte al injerto; y de otro lado, el que es solo piel; en este se debe vigilar que pegue bien y que permanezca vivo.