Extorsión, sicariato, narcotráfico, desplazamientos forzados, amenazas, secuestros y desapariciones hacen parte del menú criminal de “los Rastrojos Costeños”, la organización ilegal por la que abrieron una investigación preliminar contra el presidente del Congreso, el senador Iván Name.
La banda y sus actividades ilegales están bajo la lupa de la opinión pública, luego de que la Corte Suprema de Justicia iniciara la averiguación penal basada en los testimonios de dos desmovilizados del bloque Córdoba de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), apodados “Pistón” y “Brayan”.
En el marco de un proceso de cooperación con la Fiscalía, comentaron que Name y su familia, de importante tradición política en la Costa Atlántica, habrían recibido, presuntamente, apoyo electoral de la banda en Barranquilla y los municipios de su área metropolitana.
“Pusimos a que la gente votara por ellos y hoy en día están como senadores, y hoy en día uno es presidente del Congreso”, comentó “Pistón”, en un expediente que, por compulsa de copias, pasó a la Corte Suprema. En la indagación también está incluido el senador José David Name (partido de la U), primo de Iván.
El clan familiar rechazó los señalamientos. “En ninguno de los procesos electorales en los que he sometido mi nombre a consideración de la democracia he acudido a ninguna práctica irregular”, publicó en un comunicado el presidente del Congreso, que milita en el partido Alianza Verde.
Origen de la organización
De acuerdo con las alertas tempranas que la Defensoría del Pueblo ha venido emitiendo desde 2013, “los Rastrojos Costeños” surgieron en esa época a raíz de la atomización de la organización criminal “los Rastrojos”.
Este grupo, que en principio era un ejército privado al servicio del cartel del Norte del Valle, se independizó en 2008 y comenzó un proceso de expansión desde Cali, que lo llevó a tener tentáculos en 11 departamentos. “Los Rastrojos” solían contratar bandas locales para extender su franquicia, y fue así como llegaron a la Costa Caribe.
Sin embargo, perdieron la guerra por el dominio del bajo mundo con el Clan del Golfo, y sus principales cabecillas (“Comba”, “el Doctor” y “Diego Rastrojo”) fueron extraditados a Estados Unidos, lo que debilitó su estructura.
La organización se desbarató como un castillo de naipes, y sobrevivieron algunas de sus franquicias en Sucre, Norte de Santander, Valle y Atlántico.
En Barranquilla comenzaron las disputas internas y el grupo se fracturó en dos: de un lado estaban “los Rastrojos Caleños”, que guardaban cierta fidelidad con la banda matriz, y “los Rastrojos Costeños”, en los que “cobran especial relevancia los mandos de la región que pertenecieron a las extintas Autodefensas Unidas de Colombia”, de acuerdo con la Alerta Temprana N° 029-15 de 2013.
Esta última facción terminó imponiéndose, consolidando su poder en la capital del Atlántico y los vecinos municipios de Malambo, Puerto Colombia y Soledad.
En la actualidad, según la Policía, se disputa esos territorios con otras dos bandas: “los Pepes” y “los Costeños”, situación que mantiene en zozobra a la comunidad.
¿Quieren “paz total”?
Cuando el presidente Gustavo Petro llegó al poder, en agosto de 2022, la banda publicó un comunicado afirmando que cesaba “toda acción militar contra el Gobierno Nacional y la población civil” y que estaba dispuesta a sentarse “a firmar la paz total”.
Pero en los meses siguientes ha hecho lo contrario. Sus extorsiones al sector comercial y los actos de sicariato en contra de los grupos enemigos mantienen a la población atemorizada.
Su principal cabecilla, Ober Martínez Gutiérrez (“el Negro Ober”), ha protagonizado actos de prepotencia desde la cárcel, desafiando a la Fuerza Pública en videos y orquestando crímenes en su celda, por lo que ha sido transferido a diferentes penitenciarías.
Tras el señalamiento de supuestos nexos con el clan Name, la banda no se ha pronunciado todavía.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - -
ANEXO: OTROS POLÍTICOS INVESTIGADOS POR NEXOS CON BANDAS
- En el expediente por la parapolítica, que terminó con una condena de nueve años en su contra, el caudillo electoral antioqueño Óscar Suárez Mira fue relacionado con las bandas “la Oficina” y “Pachelly”, del municipio de Bello, por medio de las cuales recibió apoyo electoral, según la investigación de la Corte Suprema.
- Por supuestos nexos con el Clan del Golfo, han sido encarcelados Carlos Varela Ramírez (2015), quien en ese entonces era el alcalde de Buriticá, Antioquia; Marla Peña Moreno, exsecretaria de Gobierno (2008) y expersonera del municipio de Necoclí (2012); Mario Eliécer Sierra Correa, vicepresidente del Concejo de Tarazá (2018); José Berrío Berrío, alcalde de Cáceres (2018); y Deiby Noble Berrío, candidata a la Asamblea de Antioquia por el partido Mais (2019), entre otros.
