El propio Sergio Fajardo admite que es el primer precandidato que llega a esta campaña anticipada por el poder en el 2022 en condición de imputado y próximo a ser llamado a juicio por la Corte Suprema, debido a un préstamo que avaló como Gobernador de Antioquia –en 2013– y que a juicio de la Fiscalía generó pérdidas por $320.000 millones para el departamento. Pero dice que eso no le preocupa, porque en esa instancia demostrará, lo que afirma, es su forma correcta de actuar.
También aclara que no le gusta referirse a quienes lo han confrontado pública y políticamente, como el expresidente Álvaro Uribe y el senador de oposición Gustavo Petro, aunque en esta entrevista con EL COLOMBIANO advierte que busca una alternativa a los extremos que representan la rabia y el miedo.
Fajardo, quien es exgobernador, exalcalde, excandidato y profesor, asegura que el Gobierno de Iván Duque y la administración en Medellín de Daniel Quintero van mal. Del primero advierte que Uribe, con la expresión “ojo con el 22”, le dijo “chao, Gobierno”; y del segundo dice que está destruyendo a la ciudad, pero que la revocatoria no es el camino.
¿El inminente llamado a juicio no afecta su campaña?
“No, para nada. He dicho públicamente que yo respondo por mis actuaciones, por nuestras actuaciones, y que tengo la certeza y la claridad que actuamos de la forma correcta. Lo único que espero que sea una acción transparente; vamos a ir a la Corte porque allí es donde tengo que defenderme y demostrar que actué de manera correcta”.
Si fallan en su contra, queda por fuera de la contienda política; y sus contradictores lo atacan por ese lado...
“Yo voy a demostrar, como lo he demostrado siempre, que he actuado de manera transparente. He sido respetuoso de las instituciones y estoy esperando que me dejen ir rápido a la Corte. Yo no me preocupo por más”.
Pero la Fiscalía le imputó dos delitos...
“La Fiscalía ya hizo su acusación y yo tengo la oportunidad de hablar en la Corte. Ese es el lugar para demostrar que todas y cada una de nuestras actuaciones fueron correctas. Espero que haya garantías”.
¿En qué quedó lo de la Contraloría y la otra imputación que se le hizo, de carácter fiscal, por Hidroituango?
“El 3 de diciembre del año pasado presenté descargos y ahí vamos. No me han vuelto a llamar para nada. Ahí hay 400 páginas de mi defensa, porque también demostré que mi actuación fue correcta. Espero que esto se resuelva de manera pronta y transparente”.
Según sus palabras, ¿Fiscalía y Contraloría se equivocan al imputarlo?
“En este caso sí. Fiscalía y Contraloría están equivocadas y voy a demostrarlo. Pido celeridad para demostrar de una vez que actué correctamente. Todo colombiano merece un juicio rápido, transparente e imparcial”.
¿Cómo ve el manejo que le ha dado el alcalde Daniel Quintero a Medellín?
“Mal, lo veo mal. Medellín, para mí, está en una situación crítica. El Alcalde ganó las elecciones porque aquí había un inconformismo de la ciudadanía, un vacío en términos de liderazgo político y porque él se acompañó de un mundo que no aparecía en primera instancia, pero que estaba detrás, asociado con expresiones de política tradicional, de las peores. Él llegó al poder y dijo que iba a cambiar la sociedad que estaba construida en Medellín, porque él representaba otra forma. Lo que ha cumplido es que vino a destruir y lo ha hecho de manera sistemática; la lista es conocida: lo que ha pasado con EPM, con Buen Comienzo, con Impulsa...”
Otros sí ven un cambio...
“Ha demostrado que tenía la disposición de destruir lo que estaba construido en esta sociedad. El problema es cómo lo está haciendo, con quién lo está haciendo y qué está proponiendo. Y no hay ninguna dirección que muestre que está destruyendo porque va a hacer algo”.
Según usted, ¿quién lo apoya para “destruir”?
“Yo no pongo nombres. Miren la información de quiénes han recibido contratos, quiénes están en los cargos y qué representación política tienen”.
¿Por qué no da nombres?
“Ya los han dado. Miren lo que han denunciado los concejales Daniel Duque y Daniel Carvalho; ellos han mostrado contratos y personas. Son denuncias con evidencia, información y demostración”.
Quintero dice que usted está aliado con Uribe y que, sumado a un cálculo político, por eso lo critica...
“Yo no hago cálculos políticos, no pertenezco a ese tipo de política. Estoy explicando y señalando sobre la forma de quien dirige esta ciudad, quien ganó, sí, pero yo no hago cálculos políticos. Él utiliza esa forma de la política que es la mentira permanente, y para la mentira solo se necesitan imaginación y repetición. Tiene capacidad de engañar. Para la verdad se necesita demostración, que es algo diferente, y ahí es donde estoy yo. No tengo nada que ver con el expresidente Álvaro Uribe”.
Quintero también mencionó a un familiar suyo que promueve la revocatoria: Juan David Valderrama. ¿Usted está a favor de ese proceso?
“No estoy a favor de la revocatoria y nunca lo he estado. Aquí hay una discusión política y tiene que darse en ese terreno. La revocatoria es un error, porque le permite poner la discusión no sobre lo que está haciendo, sino en enemigos y distraer la atención. Medellín está sufriendo un daño grande”.
¿Cómo ve a Antioquia, que tiene gobernador encargado?
“Lamento profundamente la situación de Aníbal Gaviria. Por la relación que he tenido con él y el conocimiento que he tenido de él, y porque hemos compartido durante varios años desde posiciones distintas y discrepando en algunos momentos, siempre he pensado que es una persona honesta y seria. Sin duda, su situación afecta al departamento y más en el marco de una pandemia, en la que su liderazgo era necesario. Pero del gobernador encargado he visto que es una persona seria, razonable, respetuosa”.
¿Hay inestabilidad?
“Hay una incertidumbre, que es mortificante y, por supuesto, sería mucho mejor que no fuera así. Pero, dadas estas circunstancias, lo que yo espero es que Aníbal Gaviria pueda retomar su trabajo como gobernador. Reconozco, eso sí, que Luis Fernando Suárez es una persona decente, razonable, respetuosa”.
Al Gobierno Duque le queda poco más de un año. ¿Cómo ha visto su gestión?
“Mal. Pero no solo ahora, sino que este ha sido un Gobierno que no ha estado a la altura del reto que tenía. Estamos en unas circunstancias muy difíciles, porque lo que está pasando en Colombia es muy serio y profundo. El malestar y la indignación, así, nunca nos había tocado verlos como sociedad. Eso requería un liderazgo diferente y no ha ocurrido así. Ya en noviembre de 2019 habíamos visto ese malestar, esa indignación, que no es de un grupo particular sino de un amplio espectro de la sociedad. Hay un malestar generalizado asociado con las desigualdades, con la corrupción y con la forma como este Gobierno ha venido actuando”.
El Gobierno intentó un diálogo en noviembre de 2019 y ahora mismo lo está, de nuevo, intentando...
“En ese momento el Presidente pretendió hacer un gran diálogo nacional, que se vio interrumpido por la pandemia. Pero es un diálogo que no es un verdadero diálogo. Además, lo que se ha hecho hasta ahora no está asociado con lo que pasa en el país”.
Es recurrente oír que a Duque lo influencia o maneja Uribe. ¿Qué piensa?
“Yo no sé, no puedo responder porque el Presidente es él. Pertenece a un partido, al Centro Democrático, y fue elegido, utilizando una expresión reiterada, como el de Uribe; era el de Uribe y ganó el de Uribe. Pero él (Duque) conduce el país y él tiene la responsabilidad ante Colombia de conducir esta sociedad y estamos mal. ¿Qué hace el expresidente Uribe con él? No tengo ni idea ni me corresponde a mí meterme en eso”.
¿Le falta independencia al presidente Duque?
“Ya dije que no sé si depende o no depende. Él tiene la responsabilidad más alta en este país y es quien tiene que responderle a la sociedad, y vamos mal”.
¿Qué debería cambiar?
“Este gobierno ya tiene el sol a sus espaldas. Lo que espero es que se avance en el proceso de vacunación y que entienda la dimensión del malestar que hay en la sociedad, que es profundo. Hay un gobierno que va mal y, de hecho, la primera persona que mencionó el 22 fue el expresidente Uribe. Él fue el que utilizó esa expresión: “ojo con el 22”. O sea, ya le estaba diciendo a este Gobierno: chao, Gobierno”.
¿Y qué hacer?
“Que negocie con el Comité del Paro y que ojalá se avance. También debe escuchar a esas personas que no tienen una representación para ir a sentarse con él en el Salón Bolívar”.