Aunque parezca prematuro, en las elecciones locales del 27 de octubre no solo estaban en juego las alcaldías y gobernaciones de Colombia, también la representatividad y el poder regional que será clave para los comicios de 2022. Y se puede concluir de los resultados que perdió la polarización.
Gamonales, excandidatos presidenciales y nuevos líderes en las regiones, como lo hacen los jugadores de póker, movieron sus fichas e hicieron sus apuestas con el fin de quedarse con el trofeo del poder.
Ganar en ciudades capitales y en departamentos influyentes con amplio caudal electoral les permitiría consolidar sus equipos en los territorios, adelantar una especie de precampaña y, si esos gobiernos locales alcanzan altos índices de favorabilidad, podrán usarlo a su favor, abonando terreno para la aspiración nacional.
Así las cosas, el domingo pasado más de un aspirante para suceder a Iván Duque debió quedar preocupado o, como mínimo, elaborando el nuevo mapa político del país para entender a qué y contra quién se debe enfrentar.
Los primeros nombres que se encuentran en el sonajero para la Presidencia son: Alejandro Char y Federico Gutiérrez por la favorabilidad de sus alcaldías en Barranquilla y Medellín; Sergio Fajardo y Gustavo Petro porque han manifestado el interés y Germán Vargas Lleras porque lo viene buscando hace varios años.
¿Cómo les fue el domingo?
Ninguno puede cantar una victoria rotunda. Por el contrario, perdieron con sus candidatos y en su tierra.
Salvo Char, alcalde de Barranquilla, que fue el único que sumó victorias con Cambio Radical en la continuidad de su administración con la elección de su sucesor Jaime Pumarejo, miembro de la misma casta, y con la entrante gobernadora de Atlántico, Elsa Noguera. Aunque ese partido perdió en la mayoría de departamentos del Caribe, la fortaleza de Char para 2022 está en su imagen favorable, en su buena relación con el gobierno de Duque y en la maquinaria probada.
Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, también tiene imagen favorable, pero quedó sin maquinaria electoral. Es uno de los perdedores del domingo con su candidato Santiago Gómez (95.163 votos). Pero, por su cercanía con el uribismo podría ser una carta encubierta y dicen que llegará al gobierno Duque.
El excandidato presidencial Sergio Fajardo volvió a perder en Antioquia. Sus candidatos fueron coleros. Beatriz Rave quedó quinta a la Alcaldía de Medellín con 14.254 votos e Iván Mauricio Pérez a Gobernación fue último con 46.378. Solo puede “sacar pecho” por el triunfo de Claudia López, en Bogotá. Su movimiento Compromiso Ciudadano no logró ninguna alcaldía, aunque se consuelan con 12 municipios como Jamundí y Palmira, en los que acompañaron candidatos de la Alianza Verde.
El senador Gustavo Petro, en sus cuentas nunca pierde. En redes sociales dice que Colombia Humana ganó, pero su hijo, Nicolás, que aspiraba a la Gobernación de Atlántico, quedó lejos en los resultados (191.302). Tampoco pudo con Hollman Morris en Bogotá (440.591) . Sin embargo, mantiene en su discurso sus más de 8 millones de votos en la segunda vuelta presidencial.
El exvicepresidente Germán Vargas divide el mando de Cambio Radical con los Char. Aunque siempre ha querido ser presidente, el panorama no es claro ahora que está fuera del Gobierno, en 2018 no logró traducir su paso por el ejecutivo en votos (1.407.840).
Sobre estos nombres, Jorge Iván Cuervo, docente de Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Externado, analizó que “Vargas está joven y su derrota no lo saca de la política. Fajardo ha dicho que quiere estar y el triunfo de Claudia López le ayuda. La izquierda tendrá que definir un candidato. Petro es el primero en reclamar ese espacio, pero lo de Ángela María Robledo es importante, en el sentido que su apoyo a Claudia fue definitivo y es una figura que podría aglutinar sectores de izquierda y no genera la resistencia que tiene el senador Petro. Se ha dicho que Char estaría listo para competir a nivel nacional, pero lo veo difícil, yo creo que es un fenómeno local y no le veo esa proyección. Es el mismo caso de Gutiérrez”.
Otros que podrían llegar
El canciller Carlos Holmes Trujillo, el exviceministro Rafael Nieto y la senadora Paloma Valencia son nombres que han sonado en el Centro Democrático para la Presidencia, pero la división es fuerte y el expresidente Álvaro Uribe se está empleando a fondo para mantener la unidad, como lo manifestó el miércoles luego de una compleja reunión de balance con sus copartidarios.
Para Giovanni Niño, politólogo y docente de la Universidad La Gran Colombia, los más de un millón de votos de Carlos Fernando Galán pueden ser interesantes como fórmula vicepresidencial. Y agregó que “hay otros que podrían sumarse desde el sur del país, como el exgobernador de Nariño (Antonio Navarro), que también ganó en Bogotá con Claudia, tiene madurez política, es líder y excombatiente que tomó el camino de la democracia. Siempre le ha ido bien en sus cargos”.
A pesar del significativo triunfo de la centro izquierda en ciudades capitales, el analista considera que no se trata de un giro rotundo hacia una tendencia política, sino que el viraje se dio hacia movimientos alternativos moderados.
“Hay temor de dar un viraje radical por lo que ha venido pasando en América Latina, las experiencias nefastas del socialismo radicalizado, malinterpretado y mal aplicado. Leo que las personas quieren salirse del radicalismo, los ciudadanos no quieren estar en los extremos, quieren estar donde se ofrecen opciones diferentes”, concluyó Niño.
Los partidos tradicionales debaten en su interior la manera para llegarle a los jóvenes y no parecer colectividades obsoletas. Los resultados del domingo muestran que el electorado está alejado de las ideas más radicales.
El foco cambió, antes las elecciones se ganaban y se perdían según la postura frente a la paz. Fue un campanazo de que ahora el discurso radical no tiene el mismo peso.