El senador y excandidato presidencial, Rodolfo Hernández, enfrenta una encrucijada política debido a la situación por la que atraviesa su recién nacido partido, la Liga de Gobernantes Anticorrupción, que recibió la personería jurídica tras obtener 10 millones de votos en las presidenciales.
Esta colectividad, que hasta agosto fue un movimiento político, enfrenta una fracturay parece que será difícil de zanjar, debido a que su manejo ha sido cuestionado internamente y ha generado que varios de los aliados de Hernández desistan de portar sus banderas.
Una de las figuras políticas vigentes que parece que se hará a un lado de ese partido es Marelen Castillo, quien a pesar de haber sido la fórmula vicepresidencial de Hernández, ahora trabaja sola debido a los conflictos que ha tenido con el excandidato presidencial.
EL COLOMBIANO conoció que Castillo se distanció del ingeniero con quien hasta hace poco más de dos meses aspiraba a dirigir el Ejecutivo, debido a que la relación entre ambos se vio afectada por el presunto manejo autoritario que Hernández le habría dado a su colectividad.
De acuerdo al círculo cercano de la exfórmula Hernández-Castillo, el día que recibieron las credenciales como senador y representante a la Cámara, respectivamente, el exalcalde de Bucaramanga le habría asegurado a la excandidata que no se inmiscuyera en nada relacionado con el manejo del partido y le habría insistido que esta colectividad política es suya y no de ella.
A esta discusión se le sumó el hecho de que el ingeniero le reclamó a Castillo días atrás, como quedó registrado en un audio, que le devuelva más de 70 millones de pesos que el ahora senador asegura que costó la fallida campaña a la Presidencia.
Esta discusión no fue aislada, pues Hernández ha tenido conflictos con otros aliados y algunos de los que lo respaldaban antes aseguran que la Liga de Gobernantes Anticorrupción es más una colectividad con un manejo familiar y se ha cuestionado que sus procesos realmente sean democráticos.
Según pudo conocer este diario, la división al interior del recién creado partido se dio debido a los controvertidos estatutos internos aprobados que reflejarían el supuesto control centrado en Hernández y de su esposa, Socorro Oliveros.
Por esa razón habría salido de ese proyecto político el estratega Óscar Jair Hernández, quien abandonó el partido con molestia con Oliveros, a pesar de que este recibió recientemente la personería jurídica de parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).
A esto se le suma que los únicos dos congresistas que fueron elegidos en las listas de la Liga, Juan Manuel Cortés y Erika Sánchez, se apartaron del ahora partido político y cuestionaron que el manejo de este no sea colectivo, sino de la familia Hernández Oliveros.
Por ahora Hernández ha estado concentrado en el proceso de reposición de votos a la que tiene derecho su partido y también dejó claro que abandonará el Senado –aunque no lo ha hecho formalmente–, y la versión con más fuerza es que se lanzará a la Gobernación de Santander en 2023.